Según el historiador Willington Paredes, este amistoso reptil fue visto por viajeros extranjeros desde la época de la Colonia, en el siglo XVIII.

El Ministerio de Turismo facilitó el catastro de los espacios de entretenimiento disponibles en varias ciudades del país.

Hace algunas décadas, en el centro de la ciudad era posible ver árboles frutales como ciruelos, mangos y guayabos.

Dos carros fueron afectados por las llamas que se habrían originado tras el descuido de un despachador. Los administradores del local se reunieron tras el incidente.