El padre de familia merendaba cuando, a las 18:58 del 16 de abril, el sismo volvió ‘zona cero’ a Pedernales. Retiró escombros y salvó a sus seres queridos. Perdió las cosas, pero agradece estar vivo.

En estos cantones manabitas la mayoría de daños es estructural y no de vidas. Yolanda Mero cuenta que en el sismo primero pensó en proteger a su hijo.

Los jugadores de la provincia concentran sus esfuerzos en ayudar a sus familias y sobreponerse a las pérdidas.

La zona central de la capital manabita está devastada. En cada esquina es común observar ruinas. Los rescatistas ingresan a las estructuras con la esperanza de encontrar personas con vida.