Cada diciembre, esta calle en el centro de Guayaquil recibe a los fabricantes de años viejos, quienes exhiben sus creaciones, consideradas obras de arte por su minuciosidad. Con los años, este se ha vuelto un recorrido popular.

Desde hace tres años en el taller de arte y manualidades del Instituto de Neurociencias personas con esquizofrenia y problemas intelectuales tienen como terapia la elaboración de muñecos con papel reciclado. Este año hicieron 60.

Las personas que despiden el año pueden usar globos de cantoya o muñecos de 15 centímetros y reducir la contaminación provocada por la quema de monigotes.

Los precios de los monigotes varían, dependiendo del material. Los comerciantes lo ofrecen desde los $ 8

A tres días de que se acabe el año, la venta de monigotes en la tradicional calle aún no alcanza su punto más alto. Los precios oscilan entre los $ 3 y $ 500, dependiendo del tamaño y la calidad. Los comerciantes ofrecen además fotografías con los ‘años viejos’ favoritos. Los personajes de la política nacional tienen su espacio.