En Ecuador, con 16 millones de habitantes, se requeriría que se infecte el 70%, es decir, 11,9 millones de personas. Se estima que el 1% podría morir.

La ministra de Gobierno, María Paula Romo, dijo que “lo peor ya pasó” y ya se podía pensar en el semáforo verde.

En un recorrido por el Centro Histórico se evidenció que no menos de 24 transeúntes no acataban, o acataban a medias este requisito para evitar la propagación del virus en la etapa de distanciamiento social que vive la ciudad.

Las terminales aéreas internacionales de Guayaquil y Quito reanudaron sus vuelos nacionales y al exterior. Ambas instalaron escáneres de temperatura, túneles de desinfección e implementaron normas de distanciamiento personal.

Otro cargamento, de 14 toneladas, con insumos médicos fue despechado en Tianjin.

La detección de ocho casos de covid-19 en Emelec, que había anticipado las prácticas, hizo que la entidad tome esta decisión.

Las medidas restrictivas por el color del semáforo sanitario fueron reajustadas por las autoridades. La transportación interprovincial se mantiene suspendida, los vuelos nacionales operarán desde el 15 de junio.

A pesar de que hay ciertos avances en el equilibrio en la relación entre géneros, el confinamiento social ha mostrado que la mayor parte de las tareas consideradas domésticas recaen todavía sobre los hombros de ellas