Antes de la llegada de los españoles, los nativos cañaris se amparaban en los conocimientos adquiridos en el diario vivir. Hubo la costumbre de recurrir a los policultivos, es decir la siembre de varias especies.

El telar de cintura fue usado por las civilizaciones precolombinas de América. En Azuay y Cañar, los cañaris eran expertos en la confección de ponchos, paños y fajas; era un oficio para mujeres y hombres.

En la comunidad Jatumpamba se moldea el barro con las manos y las huactanas. En este sitio aún se realiza este arte milenario.

Las autoridades del Gobierno Nacional, Municipio y la comunidad educativa local adoptan medidas para prevenir nuevos casos de migración ilegal.

Desde el cantón Biblián, en Cañar, hasta Machala, en la provincia de El Oro, los turistas pueden probar la gastronomía serrana y costeña en tan solo cuatro horas. Además hay la opción de conocer grandes templos que son muy concurridos por sus feligreses.

Los ciudadanos reportaron el hecho con fotos y vídeos en sus redes sociales.