Con el amarillo, los locales de comidas y tiendas de ropa volvieron a funcionar. Toman la temperatura, desinfectan al cliente y promueven el distanciamiento.

Miles de pequeños y medianos negocios que han dejado de atender a sus clientes se preparan para cuando concluya la cuarentena. Quienes no oferten productos de primera necesidad deben optar por un atractivo plan de ventas.

Pequeños productores que trabajan en fincas orgánicas ofrecen sus productos a domicilio. Ofertan canastas de hortalizas y frutas de temporada a precios entre $ 10 y $ 25.

Tiendas, panaderías y farmacias atienden a los pocos compradores que salieron de casa en busca de alimentos. A los comerciantes les preocupan las pocas ventas que realizan durante el día y las pérdidas que esto les genera.