La presentación y venta de obras literarias permitían un canal directo entre el cliente y la editorial. Los lanzamientos virtuales no tienen tanta acogida como en otros países.

La creación de combos que incluyen productos artesanales comestibles y obras literarias, es una de las propuestas que se suman a la entrega a domicilio, como medida para atraer lectores y consumir arte en el cambio de semáforo.

Las medidas económicas adoptadas para paliar los efectos de la crisis tocaron las puertas de la educación superior. Sin embargo, las visitas y las descargas de los trabajos se han incrementado.

El consumo de los libros electrónicos se ha multiplicado en los últimos meses y esto tiene que ver con las circunstancias derivadas del encierro debido a la pandemia del covid-19.

Silvia Brito (intérprete de Papeloplinoplis) y Roberto Ramírez (Rumpertito) en una de las funciones de la obra que es para todo público.

Pese a que las ventas de libros han caído, las editoriales aseguran que tampoco se han quedado en blanco durante los críticos meses de abril y mayo. Mencionan verdaderos “best sellers” de la pandemia, entre los que figura el de una escritora ecuatoriana; también aconsejan relecturas.

Según la autora, en algunas ocasiones se abrió la posibilidad de reeditar el primer libro de su tetralogía en Ecuador, sin embargo -dice- “se interponían los Muros”. Ahora se publicará en Colombia.