El consumo de bebidas alcohólicas en el espacio público acarrea las siguientes sanciones.

Una de las niñas estudiantes llevó una botella de tequila y compartió la bebida con un grupo de sus amigos.

Algunos estudios sugerían que la ingesta moderada de alcohol no tenía u impacto negativo en el cerebro, pero una nueva investigación arrojó otros resultados

Las condiciones higiénicas eran deficientes, según la inspección de un equipo técnico de Arcsa.

Un grupo de científicos hizo pruebas en ratones, luego de estas los dividió en tres grupos: bebedores bajos, altos y compulsivos. Un circuito es clave para determinar este problema, que es catalogado como una enfermedad crónica.

Aunque su consumo se ha normalizado, sus efectos todavía son nocivos.

En Ecuador hay adolescentes que llegan a las salas de urgencias con síntomas como intoxicación severa.