e supone que un mensaje a la nación sintonice las expectativas del pueblo con la gestión de su presidente. Y es por eso que este discurso le da al mandatario la oportunidad de hablar en la Asamblea que, de alguna manera, representa a los ciudadanos. Y lo hace, aun cuando esa Asamblea tenga una mayoría opositora.
El discurso trata de conseguir el apoyo de los ciudadanos que sufren la frustración de un Estado incapaz de satisfacer sus necesidades. El presidente o tiene a la Asamblea a su favor o a la población, pero no puede gobernar a espaldas de ambos. Normalmente, la propuesta es que en adelante (y solamente queda un año) se gobernará con la población y no necesariamente con la Asamblea.
El mensaje del presidente Moreno el pasado 24 de Mayo, quiso tener la energía y tono muy distinto al que de él estamos acostumbrados. Llegó a la Asamblea sin la mascarilla de protección, que la usaron todo el resto de participantes a la ceremonia, a pesar de que el temor al contagio al coronavirus había hecho que se confine a su reducto en Carondelet.
Nos describió cuatro ejes de prioridad en su gestión del último año, en donde resalta la lucha contra la corrupción, pues la imagen de este gobierno, especialmente durante la pandemia, se ha deteriorado por los horrendos casos de robos fiscales. Eso prometió hace tres años y parece que aún queda un lodoso estamento burocrático y político que está presto a apropiarse de los dineros del Estado. Así sea poniendo la vida y la salud de la gente en un mal predicamento. De hecho, Guayaquil quedó abandonada del gobierno central durante los meses de mayor contagio, por lo cual fuimos noticia y mal ejemplo mundial. Y eso no lo vamos a olvidar ni perdonar.
Felizmente fue un discurso corto, pero que ha despertado mucha resistencia. No nos queda más que esperar que lo dicho se cumpla o por lo menos haya la intención de intentarlo. Los ciudadanos debemos tener calma, los sindicalistas deben cambiar su viejo discurso de barricada y los empresarios tienen que aceptar la responsabilidad de que su inversión privada será la clave para salir de esta crisis, para crecer y generar empleo. No sé cómo lo vamos a hacer, pero tenemos que unirnos todos. (O)
