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Jessica Jaramillo

Rechazar la violencia política

06 de noviembre de 2021

El referirse en términos peyorativos a una asambleísta ha significado para Diego Ordoñez ser objeto de críticas, en algunos casos feroces y violentas, al punto de ser tendencia en twitter, lo que lo llevó a pedir disculpas aunque sin reflexionar seriamente sobre su error.

Pero la política no puede ni debe ser un espacio de venganzas personales y peor aún el lugar para denigrar a legisladoras o activistas, tampoco el poder debe usarse para ridiculizar, ni los medios de comunicación deben permitir que sus micrófonos se usen para violentarnos.

A las mujeres en política nos observan el doble y nos perdonan la mitad, por eso, nuestra responsabilidad es actuar con honestidad y transparencia, para ser inspiración de otras, para allanar el camino a otras como lo hicieron nuestras ancestras en la conquista de los derechos políticos, económicos y sexuales. Esto no significa que mujeres en cargos de alta responsabilidad en el Estado no puedan ser observadas, pero ellas responderán por su gestión y no por su vida privada.

La señora Palacios ha reaccionado con razón, ella y todas debemos levantar la voz frente a expresiones violentas, vengan de donde vengan; pues reducir nuestro papel al del “tubo”, “la cama” o “los favores sexuales” es creer que somos solo sexo.

Sin embargo algunos de los que hoy reclaman contra Ordoñez, cuando eran gobierno aplaudían el insulto y desprestigio pues desde Carondelet se decía: "chiflada", "sufridora", "neurótica", "desquiciada", “pinta de tecnócrata, tecnocumbiera y cumbiambera”. ¡Cuánta doble moral!

En nuestro sistema político para llegar al poder algunas mujeres deben ser “el hombre”las elegidas del cacique del partido; y para otras, quienes nos resistimos a ese modelo patriarcal, ascender es cuesta arriba pero el camino es más interesante y fructífero.  Sin duda, la política es un espacio de alto riesgo para nosotras pero la única forma de cambiar es disputar el poder, liderar y atrevernos a gobernar con coraje y cariño.

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