Los mayores efectos ocurrieron en las comunidades rurales de Apuela y Peñaherrera, ubicadas en el noroccidente de la provincia de Imbabura.

En la comunidad el hábito de bordar nació en 1940 de la mano de Avelina Laso, madre del expresidente Galo Plaza (1948-1952). Ella trajo la técnica desde España y se la mostró a todas las mujeres de la comunidad.

En diciembre pasado la situación cambió en la parroquia rural La Merced de Buenos Aires, del cantón San Miguel de Urcuquí. Alrededor de 3.000 foráneos han llegado a la zona para dedicarse a la actividad minera, la cual aún no está legalizada. En la montaña el trabajo es duro, constante, peligroso y en condiciones precarias.

Más de 25 eventos culturales, sociales y deportivos integran el cronograma que organiza el Municipio por las celebraciones de la localidad durante todo el mes.

La totora, el cuero y la madera son los materiales más comunes para la elaboración de los icónicos artículos.

Los propietarios brindan a los visitantes asistencia médica, mecánica y asesoría legal, gracias a su experiencia.