Televisivamente aún hay de qué hablar sobre 2015, en particular sobre Faranduleros S.A. y Vamos con Todo. El problema estaría en los contenidos que pueden generar los temas que atan a estos shows. Cierto, Canal Uno fue especialmente responsable de la resolución del caso Don Cheto, que noticiosamente dominó en fin de año en prensa, televisión y redes sociales, pero gastar más del 60% de un programa de hora y media para presentar en vivo el reencuentro del Mago Suliman y Don Cheto ya parece demasiado. Así lo hizo Faranduleros S.A. en uno de sus últimos programas de 2015, lo que pareció importar poco, ya que ni la farándula nacional estaba generando tanta noticia para llenar los tres programas de ese tipo que se emiten en tres canales VHF.

El Mago Suliman y Don Cheto son personajes importantes del espectáculo y la televisión ecuatoriana, por lo que no es malo que los jóvenes los conozcan, aunque sea a través del incidente que copó los medios ecuatorianos. Sí es malo que a la fuerza se haga un programa con un solo tema, emotivo y emocional, en un espacio más bien dedicado a la farándula actual, que por limitada o extensa que sea es eje de tres programas vespertinos de alcance nacional. No especular sobre el rating que haya alcanzado por esa emisión Faranduleros S.A., sino reflexionar si era mejor que la devolución de Don Cheto solo la tratara En Carne Propia, por haber ocurrido el hecho por la noche y en las afueras de Canal Uno, es lo que corresponde, tanto a los realizadores y empresarios televisivos como a los televidentes.

Vamos con Todo (VCT) ha acogido a dos nuevas presentadoras, pero continúa con los vicios de estirar sus notas del día mediante promos que venden, o toda la nota o lo más relevante de ella. Un programa emitido alrededor de Navidad de la revista de farándula se dedicó enteramente, en sus dos horas de duración, a presentar a famosos hablando sobre amigos con interés y al final todo lucía bien, aunque lo visto en pantalla en cada reportaje no decía mucho de cómo los famosos lidian con estos amigos con interés, o con infidelidades de pareja, lo que también se tocó haciéndole una nota a una de las nuevas presentadoras y dedicando tiempo en set a bromear con la situación que vivió por cuestiones de infidelidad la ahora presentadora más antigua de VCT.

Ya por fin de año, VCT ofreció un programa que se dedicó a hablar de las vidas sentimentales de futbolistas nacionales y usó promos para exponer su nota del día con la aún esposa de un arquero a quien ya se lo vincula sentimentalmente con una recién separada modelo televisiva. Al ver la nota no había errores de producción, sino que el contenido era fofo y blando. Lo que lastimosamente también pasó cuando la revista de farándula expuso otra nota, en el mismo programa que hablaba de múltiples futbolistas, sobre la reapertura del proceso judicial referente a la muerte de la Reina de Durán.

Televisivamente no hay error, son los contenidos y los temas los que ya no pueden estirarse más. Para este 2016, los tres programas de farándula, que se emiten diariamente en horario vespertino, tendrán que replantearse y pensar cómo mantenerse vigentes. (O)