Con esa frase terminaba un innovador comercial de una marca de yogurt y parece que algo similar al concepto de aquella sentencia se quiere lograr con la atmósfera en estudio del programa Amigos íntimos, de Canal Uno. De lunes a viernes, desde las 19:00, Miguel Cedeño y Carolina Jaume demuestran profesionalismo y ganas de hacer entretenimiento de calidad, pero eso no se aprecia completamente al otro lado de la pantalla. El televidente contempla entrevistas en vivo, acompañadas de videos en formato de sondeos, notas o entrevistas, que a veces se escapan de las manos de los conductores. Los temas y entrevistados pueden ser en extremo disímiles entre sí, desde un diálogo con las comerciantes informales María Quiña y Sonia Cañizares sobre abusos de la Policía Metropolitana, pasando por un diálogo ameno con el Jefe de Marketing de Parque de la Paz, Juan Carlos Ramírez, sobre las bóvedas de Emelec y Barcelona, hasta lo último sobre la muerte de Sharon en boca de su hija Samantha Grey. Esto entre el viernes 20 y el lunes 23 de febrero pasados.

Además  de que a los conductores parece faltarles  vocabulario, desenvolvimiento para un ‘tú a tú’ y son más reconocidos como periodista de farándula y presentadora y actriz, respectivamente, la idea de Amigos íntimos no queda claro a quién aplica. Con Jaume en estudio parece que la amistad cálida está entre conductores, ya que la química entre ella y Cedeño salpica fuera de la pantalla, sin importar los temas comentados. Cuando a Jaume la reemplaza ocasionalmente Paola Maya, gran amiga de Cedeño y compañera de él en Faranduleros S.A., se busca más la empatía con el televidente, o al menos la simpatía de la audiencia.

Gracias a las notas tomadas de cable –a veces con audios originales- Amigos íntimos termina siendo un primo hermano del vespertino Aquí Entre Nos, programa de vídeos curiosos y backstage de BLN La Competencia. Esas notas tratan temas variopintos como la ola de frío en Nueva York y las cataratas del Niágara, la detención del Alcalde de Caracas, el comentario de Sean Penn  en el último Oscar, la salida del poder y anécdotas humanas de José Mujica, la crisis de Michelle Bachelet por acusaciones a su hijo y su salida del gobierno. Los comentarios de Cedeño y Jaume, o Maya, a los videos son simples y con tintes emotivos marcados según lo positivo o negativo de la situación ilustrada.

Un problema serio: los conductores tocan demasiado el apuntador como si producción los guiara en cada paso o les  ayudaran a manejar mejor el tiempo. Las ‘intros’ a las notas poco aportan, solo describen lo que se verá y se dice el clásico “veamos”. Al programa parece faltarle identidad porque no es un magacín, pero tampoco es un espacio de reportajes y notas curiosas de propia producción.  

Amigos íntimos tiene tintes del desaparecido Sorprendente y de En Carne Propia, pero no posee las bondades narrativas de esos programas.

Es un híbrido de shows como Al Límite, Extranormal de Impacto, América Vive, sin el beneficio de reporteros propios, aunque con conductores locales.

Por ello falta trabajar más la presencia de los conductores y la identidad temática, o al menos de formato televisivo, del espacio.