Luego de siete batallas cargadas de energía y talento, incluidos cuatro robos, la reciente semana se perfiló como una de las mejores de La Voz Ecuador, segunda temporada. A la par ya se terminó la emisión de la miniserie El más querido, entonces, ¿qué queda para sintonizar? Si es seguidor fiel de los programas de farándula, que tanto rating y aceptación popular dicen tener, tocará seguir escuchando sobre la situación laboral de Sofía Caiche. Existen cuatro programas de farándula en cuatro diferentes canales VHF, y al menos un par de días de la semana pasada se vieron obligados a dedicarlos a la salida de Sofía Caiche, de TC Mi Canal, especialmente porque la actriz ofreció una rueda de prensa oficial a seis días de su aparente renuncia al canal que la acogió 15 años. Sí hay que admirar el crecimiento de Caiche desde sus inicios como modelo de Guayaquil Caliente hasta actriz de comedias éxito como Mi Recinto y Estas Secretarias, pero no está claro por qué su salida de un canal mereció tanta prensa.

Aunque es odioso compararse, en las cadenas de televisión estadounidenses se despide a muchos actores o se los reemplaza, sin que se vierta demasiada tinta o se llene demasiada cinta sobre el porqué ocurrieron esos cambios repentinos. El caso de Sofía Caiche demuestra que el medio ecuatoriano de la farándula y el espectáculo sigue siendo muy reducido aún y que cada pequeña cosa que ocurra con los talentos más reconocidos y queridos por el público tendrá que ser noticia. Nuevamente es tarea del televidente preguntarse si debería un reportero de farándula, al término de la cobertura de una rueda de prensa en vivo, cuestionar al personaje cómo se sintió por toda la atención brindada por su medio y otros en la recién acontecida rueda de prensa.

Considérese que las revistas o programas de farándula duran entre hora y media y dos horas, de lunes a viernes. Luego, cada noticia que se emite en estos espacios merece comentarios de los panelistas en estudio y, en el caso de Caiche, todos se enfocaron en felicitarla por “salir por la puerta grande” y dar la cara sobre su salida de un canal donde laboró por más de una década. Caiche es un talento de pantalla muy querido por el público y que, a pesar de siempre ser sujeto de los programas de farándula, ha sabido no exponer de más su privacidad, aunque ello no implica que deba explicar con tanta producción el cambio de ruta en su vida profesional.

La rueda de prensa fue poco informativa, ya que lo único nuevo que surgió fue que la salida de TC Mi Canal no fue una renuncia sino un despido. El resto del evento y su cobertura televisiva parecían la oportunidad para que una actriz por ahora desempleada haga relaciones públicas en busca de nuevas oportunidades laborales. De sus planes futuros, que es de lo que tanto se especula, nada se aclaró.

Darle cobertura a los cambios laborales de un talento de pantalla implicaría que cada cosilla que pase en la producción de un canal debe informarse al público. Así no funcionan las cosas, los canales tienen derecho a la confidencialidad. Mientras provean entretenimiento e información para el público, las decisiones administrativas son potestad exclusiva de los canales. (O)