Francia y Suiza se clasificaron a la gran final de la Copa Davis que se jugará del 21 al 23 de noviembre en el estadio Pierre Mauroy en Lille (Francia). El equipo francés, jugando como local en Roland Garros, superó a República Checa, que buscaba reeditar los títulos conseguidos en 2012 y 2013. Richard Gasquet adelantó a los anfitriones, venciendo a Thomas Berdych por 3 sets a 0 y Jo-Wilfried Tsonga no tuvo mayores problemas para aumentar la ventaja, superando ampliamente a Lukas Rosol. En dobles, Gasquet y Tsonga se recuperaron tras perder el primer set contra Berdych y Radek Stepanek, para ganar los tres siguientes y sentenciar la eliminatoria.

Los suizos, con Roger Federer y Stanislas Wawrinka a la cabeza, y jugando en casa en Ginebra sobre cancha dura y cubierta, eliminaron a los italianos, con una gran actuación en singles de Federer, que no perdió un solo set contra Simone Bolelli y Fabio Fognini.  

Wawrinka aportó con el otro punto, derrotando a Fognini en sets  consecutivos. La única luz de esperanza para los italianos se presentó en el partido de dobles, cuando Bolelli y Fognini, en un tenso partido que se definió en el quinto set, lograron salir airosos contra Wawrinka y Marco Chiudinelli, ya que el capitán suizo Severin Luthi había decidido darle descanso a Federer.   

Mientras los franceses van en busca de su décima ‘ensaladera de plata’ -ganaron en 2001 por última vez-  en la que será su decimoséptima final, los helvéticos, en la segunda final de su historia, tratarán de levantar el preciado trofeo por primera ocasión. Los suizos alcanzaron la final en 1992, cuando Marc Rosset y Jakob Hlasek cayeron 3-1 en Fort Worth, Texas, contra un poderoso equipo estadounidense que presentó a Andre Agassi y Jim Courier, en individuales; y a Pete Sampras y John McEnroe, en dobles.

En esta ocasión, a pesar de jugar nuevamente como visitantes en Lille, los suizos, con Federer y Wawrinka, son -en mi opinión- los favoritos, pero ambos deberán llegar en plenitud de condiciones, pues no se pueden dar el lujo de no contar solo con uno de los dos, pues sus sustitutos no tienen la misma calidad.   

El caso de Francia es diferente, pues, además de Gasquet y Tsonga, tiene alternantes de primer nivel, como Gael Monfils, Gilles Simon o Julien Benneteau.  

Tanto para Federer como para Wawrinka, sin duda la prioridad será ganar la Copa Davis, pues ya se jugaron los cuatro torneos de Grand Slam de este año y eso les permitirá concentrar todas sus energías en ganar la codiciada Copa para su país.

Roger sabe que, con 33 años, no va a tener muchas oportunidades más y buscará ganar el único gran trofeo que le falta en sus vitrinas. Para Wawrinka sería cerrar con broche de oro una gran temporada en la que ganó su primer torneo de Grand Slam en Australia.

Mientras se jugaban las semifinales, tres países sudamericanos (Argentina, Brasil y Colombia) peleaban por formar parte de la élite del tenis mundial en 2015.  

Argentina consiguió la permanencia en el grupo de privilegio, venciendo a Israel en Sunrise (Florida). Esta serie debía jugarse en Tel Aviv, pero la Federación Internacional de Tenis decidió jugarla en un país neutral, por motivos de seguridad a causa del conflicto entre Israel y Palestina.

Los ‘gauchos’ sufrieron más de lo esperado frente a un luchador equipo israelita, que llegó a tomar ventaja de 2-1 con triunfos de Dudi Sela sobre Carlos Berlocq, y de la pareja Andy Ram y Jonathan Erlich sobre Federico Delbonis y Horacio Zeballos. La figura argentina fue Leonardo Mayer, quien, confirmando su gran momento, ganó sus dos singles contra Bar Botzer y Dudi Sela; y Berlocq sumó el tercer punto venciendo a Botzer.

Colombia buscaba clasificar al Grupo Mundial por primera  vez en su historia, pero cayó de visita frente a Canadá, un país que, jugando en casa en cancha rápida y cubierta, es un rival muy complicado para cualquiera. Y ya lo demostró alcanzando las semifinales en 2013 .

Colombia, con las caídas de Santiago Giraldo y Alejandro González en singles frente a Vasek Pospisil y Milos Raonic, se encontró abajo por 2-0 el primer día. La pareja Juan Sebastián Cabal y Robert Farah venció a Daniel Néstor -uno de los mejores doblistas de la historia- y a Pospisil -campeón de Wimbledon 2014 en dobles- para acortar distancias.

Pero Raonic, el actual #6 del mundo, definió la serie ganándole a Giraldo y truncando el sueño de los ‘paisas’.

Pero la gran sorpresa de la jornada fue el triunfo de Brasil sobre el 5 veces campeón España.

Con un Thomas Bellucci inspirado, una sólida pareja de dobles con Marcelo Melo y Bruno Soares, el incansable apoyo del bullicioso público que colmó las gradas del Estadio José de Almeida en San Pablo, y aprovechando la ausencia de las dos máximas figuras ibéricas, Rafael Nadal y David Ferrer, los brasileros consiguieron uno de los triunfos más importantes de su historia.

Roberto Bautista-Agut, #15 ATP, adelantó a España cediendo apenas 4 games frente a Rogerio Dutra Silva, a continuación el debutante Pablo Andújar, #44 del mundo, desaprovechó una ventaja de dos sets a cero y una pelota de partido en el cuarto set, antes de caer 6-3 en el quinto contra Bellucci.

Melo y Soares, números 5 y 6 ATP respectivamente, vencieron a Marc López (#13) y David Marrero (#11) por 6- 3, 7-5, 7-5, y Brasil solo necesitaba un punto más para mandar a España al descenso.

Y el domingo, Bellucci lo consiguió en cuatro sets, frente a un nervioso y tenso Bautista Agut, que no pudo hacer valer su mejor clasificación ATP.

La derrota condenó a España al descenso y el próximo año deberá participar por primera vez desde 1996 en el Grupo 1 de la Zona Europea y su capitán, el exnúmero 1 del mundo Carlos Moyá, presentó su renuncia.

La caída de España se produce -además- sobre cancha de arcilla, la superficie favorita de los peninsulares.
Brasil deberá visitar a Argentina en la primera ronda, en marzo de 2015.