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Durante el show estuvo miguel tapia, su excompañero de banda

Jorge González volvió al escenario

El cantautor chileno Jorge González regresó a los escenarios y compartió con muchos de sus colegas en el Movistar Arena de Santiago. Alejandro Tapia / Corresponsal
El cantautor chileno Jorge González regresó a los escenarios y compartió con muchos de sus colegas en el Movistar Arena de Santiago. Alejandro Tapia / Corresponsal
02 de diciembre de 2015 - 00:00 - Alejandro Tapia, corresponsal en Chile

Pasaron nueve meses. Un largo trayecto desde que en febrero pasado Jorge González sufrió un accidente isquémico cerebeloso en plena gira por el sur de Chile, hasta que la noche del viernes volvió a subirse a un escenario. Con el concepto de ‘Nada es para siempre’, el exlíder de Los Prisioneros se presentó ante 10 mil personas en el Movistar Arena de Santiago, en lo que podría ser su última presentación dada la gravedad de su enfermedad. De todos modos, todo dependerá de su evolución.

Era lo que necesitaba. González -uno de los artistas chilenos más importantes de todos los tiempos- quería dar un concierto más, para de alguna manera dejar en el olvido esa jornada en la localidad sureña de Nacimiento, cuando debió suspender su presentación para luego enterarse de que había sufrido un infarto cerebrovascular que se le había detonado la jornada anterior y que lo tuvo al borde de la muerte.

Durante su proceso de rehabilitación, Jorge González tuvo que aprender literalmente a ponerse nuevamente de pie y a volver a sacar el habla. Y no fue fácil. El hecho caló hondo entre sus seguidores, pero también entre sus detractores, todos muy poco acostumbrados a ver a alguien tan locuaz y lleno de energía, casi en el suelo, al borde del precipicio. González logró levantarse y en su concierto en el Arena se le vio a ratos sonriendo, pero en otros pasajes con la mirada perdida entre el público que le daba ánimo. De todos modos, siempre muy profesional, atento a todos los detalles.

La primera parte del recital estuvo protagonizada por las voces más importantes de la escena musical chilena, que interpretaron canciones de Los Prisioneros y también de la carrera solista de González. Por el escenario pasaron Los Jaivas, Beto Cuevas (La Ley), Álvaro Henríquez (Los Tres), Manuel García, Roberto Márquez (Illapu) y parte de la generación más joven, como Gepe y Javiera Mena.

Tras poco más de una hora, fue el turno de González, quien irrumpió en el escenario a paso lento, en medio del fervor de la fanaticada prisionera, y visiblemente emocionado, al igual que la audiencia. En una presentación épica, el vocalista de Los Prisioneros -banda disuelta en 2006- presentó parte de su futuro disco, con la interpretación de canciones como ‘Trenes Trenes Trenes’, ‘Nada es para siempre’, ‘Hombre’ y ‘Hay que creer’, además de ‘Nunca te haría daño’, de su último álbum, Libro. También cantó ‘Brigada de Negro’, del disco La Voz de los 80 de Los Prisioneros y ‘Pa-Pa-Pa’, de La Cultura de la Basura.

A esa altura de la noche, el público ya se había deleitado con los hits de la exagrupación chilena interpretados por los amigos de González, por lo que su presentación se movió entre la contemplación y la emoción. En ningún caso fue nostalgia. El exlíder de Los Prisioneros intentó sonreír en todo momento y lanzó una de sus frases habituales, llenas de ironía, pero también como una eventual autoprofecía: “Si no fuera por esta banda y por ustedes, estaría muerto, lo que no es tan mala idea. Me convertiré en una camiseta”.

González intentó mostrarse vigente hasta el final con la interpretación de su nuevo material. Pero para el final guardó una sorpresa. Mientras sonaban los primeros acordes de ‘El baile de los que sobran’, una de las canciones más emblemáticas y populares de Los Prisioneros, apareció en el escenario el antiguo baterista del conjunto, Miguel Tapia, quien se fundió en un profundo abrazo con su viejo amigo. Ambos no se veían hace 10 años y el dúo que armaron quedó como lo más cerca que el público chileno estará de Los Prisioneros.

Luego, González abandonó el escenario. No pocos estallaron en lágrimas. Muchos incluso llevaron a sus hijos e hijas para que presenciaran este momento histórico. Y el broche final llegó con todos los amigos de González interpretando ‘Fe’, uno de sus hits solistas, con una letra que de alguna manera revela su estado actual: “Escúchame una vez, todo tiene final; sabes que vuelvo a tener fe, y empiezo a sanar”. En ese mismo instante, los artistas chilenos desplegaron un lienzo con una bocanada de optimismo: ‘Jorge es para siempre’.

El mismo exprisionero sabe de sus dificultades. En una entrevista al diario La Tercera, González admitió, seco: “No tengo problemas en morir”. (I)

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