Labios carnosos, ojos verde esmeralda y medidas esculturales son las credenciales de Irina Shayk, modelo nacida en Rusia en 1986.

Dichas cualidades le han conseguido trabajar para marcas de renombre, como Lacoste, Guess y Armani Exchange. Aun cuando Irina empezó su carrera como maniquí a una edad tardía (19 años), su posicionamiento en el campo de la moda vino de forma rápida, gracias a sus atributos, tenacidad y profesionalismo.

Después de que ganara en 2004 un certamen de belleza local, esta rusa se trasladó a París, donde comenzó a llamar la atención de clientes.

En principio, el oficio de modelo le pareció complicado, pues no hablaba inglés y vivía alejada de su familia. Sin duda, el año 2007 marcó la vida de esta belleza de 1,78 metros, ya que en aquel entonces fue seleccionada como imagen de la firma de lencería Intimissimi -papel que representó por tres años consecutivos- y, además, apareció por primera vez en la edición de trajes de baño de la revista Sports Illustrated. Más adelante le llegaron contratos de marcas como La Perla, Rampage y Replay.

Sin embargo, en 2011, Irina sumó un logro importante a su currículum: se convirtió en la primera maniquí rusa en engalanar la portada de dicha publicación.

Irina Shayk es considerada actualmente una de las modelos más sexys del mundo y es famosa también por ser la novia del futbolista portugués Cristiano Ronaldo, con quien lleva más de dos años de relación.

Y su nombre nuevamente vuelve a escucharse en las pasarelas de la prensa rosa mundial, cuando la modelo reveló, en recientes declaraciones para un medio parisino, que le gustaría convertirse de manera oficial en la señora de Cristiano Ronaldo y no como la “novia perfecta con la que todos sueñan”.

“Quisiera que la relación sea más estable de lo que es. Me encanta su familia y quiero dejar de ser la novia que todo hombre sueña para ser la de toda la vida”, dijo.

Estas declaraciones ya dieron la vuelta al mundo y la sensual modelo se hace más famosa. “Nos llevamos súper bien y estamos en contacto cuando no podemos coincidir en nuestros horarios y espacios por nuestros horarios y trabajos”, señaló la rusa.

Con estas declaraciones, la modelo dejó claro que su relación con el astro portugués pasa por un buen momento y no como se especuló la semana pasada, en que se dijo que ya habían terminado la relación de casi dos años.