El thrash metal es un subgénero extremo del heavy metal que se caracteriza generalmente por su ritmo rápido y agresivo. Sin embargo esta expresión musical sirvió de “escape” de la verdadera realidad a Mario Ávila, Franklin Ordóñez y Andrés Manzano.

Su pasión por la música, en especial el rock, los motivó a conformar hace unos meses la banda ‘Death game’, en español Juego de la muerte.

Mario Ávila, guitarrista y vocalista de 22 años, es graduado en la Facultad de Comunicación Social (Facso) como periodista, profesión que no ejerce, pues afirma que su verdadera pasión es la música, por lo que se inclinó a estudiar producción musical.

Desde hace 5 años mantiene un look rebelde que caracteriza a un típico rockero, pues en su actitud y vestimenta quiere expresar todo ese enojo que vivió en su niñez por no crecer con su progenitor. 

Ávila cuenta que anteriormente había pertenecido como guitarrista a una banda que se llama ‘Reencarnación’, la que tocaba rock y metal en la escena underground.

Andrés Manzano quien es el baterista de la banda, proviene de una familia de músicos, pues su padre fue percusionista de una orquesta.

Manzano señala que por más de 2 años perteneció a la agrupación KK con la cual desarrolló más su destreza como músico. Sin embargo tuvo que dejarla por motivos personales, pues algunos de sus integrantes habían viajado fuera del país por oportunidades laborales.

Aunque viene de una familia de artistas recuerda que su gusto por la música surgió aproximadamente en 1990 cuando lo llevaron a ver a la Orquesta Sinfónica de Guayaquil por las fiestas del Puerto Principal.

Estos jóvenes guayaquileños cuentan que la agrupación surge como un proyecto de hace más de un año de querer vivir de cerca la música. “En mi casa siempre se ha escuchado música clásica, blues, jazz y también contemporánea”, manifestó.

Los temas que abordan ‘Dead game’ en su música son sobre lo que se palpa en la realidad urbana de muchas personas como la hambruna, la contaminación ambiental, delincuencia y violencia. Este grupo metalero y rockero de Guayaquil dice que sus influencias son Megadeth, Metallica, Slayer, entre otras.