Silvia Garrido y Gonzalo Proaño -esposos- decidieron abrir hace 20 años un local en el que en un principio ofrecían bebidas calientes y frías, entre otras opciones, para las personas que circulaban en el sector de la Plaza del Teatro, en el Centro Histórico de Quito.

Silvia recuerda que en esa época llegaban grupos de jóvenes en sus autos, quienes pedían cócteles o para combatir un poco el frío se servían un café en Plazuela, nombre que le pusieron al local.

“La idea la trajo mi hija desde Europa porque quería montar un café en alguna de las casas bonitas del Centro Histórico, así que dio con un sitio propicio, ubicado en el lado izquierdo del teatro nacional Sucre, que se lo adornó estilo galería con cuadros de grandes pintores. Esto le gustó mucho a los turistas porque habían cantinas, pero no cafeterías”, manifestó Garrido.

Al poco tiempo de su inauguración el negocio fue trasladado al norte de Quito y tomó el nombre de Cafelibro, el cual se mantiene hasta la actualidad y hace siete años está en Leonidas Plaza entre Wilson y Veintimilla.

El sitio funciona de lunes a sábado. De lunes a viernes, entre 12:30 y 14:30, se ofrecen almuerzos por un valor de $ 4,50 y tienen buena acogida de las personas que trabajan en el sector y los estudiantes universitarios. Para quienes les gusta asistir en el horario nocturno, las puertas de Cafelibro están abiertas de martes a viernes, desde las 17:00, y los sábados, a partir de las 18:00.

Los propietarios del lugar han escogido un día de la semana para efectuar distintas actividades, y de esta manera brindar a los clientes variedad y entretenimiento.  
Por ejemplo, a los martes se los ha denominado ‘Esencia de la palabra’, pues la noche gira en torno a tertulias literarias, en las que participan escritores y poetas nacionales y extranjeros que presentan sus más destacadas obras. Además, divulgadores científicos y del arte ofrecen charlas interactivas sobre temas interesantes.

Los miércoles el tango tiene su espacio para que el público aprenda, practique y disfrute de inolvidables noches de milonga junto a los tangueros que se reúnen en las noches denominadas ‘Esencia del tango’. Los jueves hay un espacio dedicado a todas las expresiones del arte: danza árabe y latinoamericana, bandas de rock y de jazz, teatro, mimo y más, todas estas actividades se incluyen en ‘Esencia del arte’.

A ritmo de salsa y ritmos caribeños, compartiendo pista con los estudiantes de la premiada academia de salsa Tropical Dance, se desarrolla todos los viernes ‘Esencia de la salsa’. Y para concluir la semana se presenta ‘Esencia del ritmo’, en una noche de milonga y fiesta retro, en donde los ritmos de los años 50, 60, 70 y 80 se funden en una divertida noche para bailar tango, milonga, salsa, son, cumbia, bolero, pasodoble, chachachá, disco, reggae, rock, música nacional y demás.

El local es un sitio propicio para artistas que estén dispuestos a impartir talleres de escritura creativa, clases de tango y clases de guitarra, tanto para principiantes como avanzados. Los propietarios facilitan el espacio y los maestros deciden el horario y el precio de los talleres, aunque por lo general se cobra 10 dólares la hora de cada clase.

“Además ofrecemos nuestras instalaciones para toda clase de compromisos sociales y cada mes tenemos muestras pictóricas con entrada libre. En marzo estamos con la exposición de pintura ‘Llegando a lo sublime’, de César Orellana Quezada”, concluyen los dueños.

ENTÉRATE

A través de la página del local (www.cafelibro.com) las personas pueden revisar las distintas clases que se imparten en el sitio, conocer sus horarios, precios y el profesor que las dicta. Así mismo, se publican los eventos que se desarrollarán cada semana.