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El Telégrafo

El disparo de un cohete lanzador de satélites generó múltiples reacciones negativas de países como Estados Unidos

Irán reafirma sus ambiciones espaciales a pesar de críticas de potencias occidentales

El lanzamiento del cohete se realizó el 27 de julio desde el nuevo Centro Espacial Imán Jomeini en Semnan.
El lanzamiento del cohete se realizó el 27 de julio desde el nuevo Centro Espacial Imán Jomeini en Semnan.
Foto: Internet
18 de septiembre de 2017 - 00:00 - Agencia AFP

Teherán, Irán.-

Irán confirmó sus ambiciones espaciales luego del disparo de un lanzador de satélites, lo que Estados Unidos y las potencias occidentales criticaron, pero da un nuevo impulso al programa de vuelos espaciales habitados para el que Teherán espera una asociación con Rusia.

“Diez pilotos experimentados son sometidos a un entrenamiento difícil e intensivo al cabo del cual (...) dos serán seleccionados para partir al espacio”, declaró a principios de septiembre en la televisión nacional el jefe del centro de investigación aeroespacial del Ministerio de Ciencias, Fathollah Omi.

El proyecto del país es llevar a cabo vuelos habitados al espacio suborbital “en menos de ocho años”, agregó Omi, precisando que espera una “respuesta definitiva” de una gran empresa aeroespacial rusa con la que hubo “discusiones preliminares” de cara a una cooperación.

En 2015, el viceprimer ministro ruso, Dimitri Rogozin, que supervisa el programa espacial en su país, viajó a Teherán para explorar una eventual cooperación en el sector.

Los científicos de la República Islámica celebraron hace poco el nacimiento de un bebé mono hijo de dos monos que Irán había enviado al espacio en 2013. “Los investigadores estudian los efectos del viaje espacial en el pequeño”, indicó Omi.

El sueño de un iraní en el espacio pareció en duda hace unos meses por las restricciones financieras.

“El costo de colocar en órbita a un hombre se estima en una cifra entre $ 15.000 a $ 20.000 millones. Por lo tanto, ningún presupuesto puede destinarse a tal proyecto”, declaró en mayo el vicepresidente de la agencia espacial iraní, Mohamad Homayun Sadr.

Pero las autoridades parecen haber cambiado su decisión recientemente, luego del ensayo en julio de un nuevo lanzador de satélites que provocó una ola de protestas de las potencias occidentales.

El cohete Simorgh (nombre de un ave legendaria iraní), de un alcance de 500 km, fue disparado desde el Centro Espacial Imán Jomeini en un lugar secreto de la provincia de Semnan (noreste).

Estados Unidos sospecha de todo avance iraní en el control de una tecnología que pueda beneficiar al programa de misiles balísticos de la República Islámica. Luego del anuncio del disparo del lanzador, Washington amenazó con imponer nuevas sanciones económicas.

“La República Islámica reacciona de manera muy negativa cuando tiene el sentimiento de que se le pone trabas”, declaró a la AFP Adnan Tabatabai, director del círculo de reflexión alemán CARPO.

‘Ningún límite’

Tabatabai observó que “mientras más presión ejerce occidente para que Irán ponga fin” al programa, este logra mayor “importancia”.

El acuerdo de 2015 sobre el programa nuclear de Irán prevé que se levanten progresivamente las sanciones económicas contra el país, a cambio de las garantías de este sobre la naturaleza pacífica del programa nuclear.

Pero el acuerdo parece nuevamente amenazado. El jueves Estados Unidos impuso nuevas sanciones contra personas físicas y morales acusadas por Washington de apoyar a los Guardianes de la Revolución, el cuerpo militar de élite de la República Islámica, y anunció que prorroga “temporalmente” una reducción de las sanciones previstas en el acuerdo.

Desde 2009 Irán lanzó cuatro satélites de fabricación nacional, provocando cada vez una condena de las potencias occidentales.

El miércoles, el ministro de Comunicaciones iraní, Mohamad Javad Azari Jahromi, declaró que el país está por lanzar un nuevo satélite.

Para Tabatabai a los dirigentes iraníes “les gusta mostrar que no hay ningún límite al progreso técnico iraní”.

“Enviar satélites al espacio provoca de inmediato un escándalo en todo el mundo” cuando se trata “de una necesidad para cada país y que se trata de algo totalmente normal y común”, había declarado en agosto el guía supremo, el ayatolá Alí Jamenei. (I)

Simorgh, como se bautizó a la astronave de satélites, simboliza un ave de la mitología y literatura iraní y tiene un alcance de 500 kilómetros aproximadamente. Foto: Internet

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