Test psicológicos y pausas fortalecen la salud mental

Para Catalina Moreno no existen pausas en el trabajo. Ella es docente y cumple a diario con llenar informes, formularios en el colegio y dictar clases.

La falta de tiempo para preparar la materia en el plantel la llevan a hacerlo en su casa. Eso le provoca dolores  de cabeza, amanecer de mal humor y dejar de compartir momentos con la familia.

Según la  Organización  Mundial de la Salud (OMS), una de cada cinco personas en el ámbito laboral experimenta un trastorno mental.

Una investigación de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, descubrió que las personas infelices en su trabajo, que se encuentran entre los 20 y 30 años, corren mayor riesgo de padecer alguna enfermedad mental al llegar a los 40.

Precisamente, este martes se conmemora el Día de la Salud Mental y el lema de este año es ‘La salud mental en el trabajo’.

Carlos Orellana, director técnico del Instituto de Neurociencias de la Junta de Beneficencia de Guayaquil, aseguró que la morbilidad psiquiátrica creció a nivel mundial y es mayor que las enfermedades infecciosas. En consulta externa hay una mayor demanda. En la actualidad registra 9.000 atenciones por mes. Hay 25 psiquiatras y 21 psicólogos.

Los casos prevalentes son depresión, trastornos de ansiedad por fobia y por estrés laboral.

De acuerdo con Orellana, este último malestar lo provoca el downsizing de las empresas (recorte del personal) que genera en los empleados alteraciones emocionales.

El recorte produce los síndromes del verdugo (los jefes se agobian porque toman la decisión de los despidos),  de la víctima (el desempleado pasa deprimido y piensa en suicidarse) y el sobreviviente (el que aún no ha sido echado cae en ansiedad y depresión).

Otro de los síndromes frecuentes es el burnout (trabajador agotado) que se presenta en ciertos profesionales: médicos, periodistas, vendedores, de servicios y otros. “Esta manifestación causa cambios en la personalidad y el individuo se vuelve insensible”.

Romina Quiroga, coordinadora del servicio de psicología clínica del hospital Los Ceibos, en Guayaquil,   cada mes recibe cinco casos por estrés laboral. “Hemos atendido por emergencia  a personas que han llegado con ataques de pánico y llantos incontrolables. Tuvieron que salir de los trabajos por la presión que les demandaba”.

Ella explicó que cuando una persona recibe un grito por parte de su jefe, al afectado se le eleva la adrenalina y produce una alteración en la frecuencia cardíaca, furia o inhibición motora (se quedan paralizados) y dolores de cabeza intensos. “El empleado desarrolla histeria cuando este tipo de tratos se mantiene en la compañía”.

Por su parte, Lady Rojas, responsable del área de salud mental del distrito 7 del Ministerio de Salud Pública (MSP), indicó que la alta carga laboral eleva la presión arterial de sus pacientes y ocasiona conflictos familiares.

De igual manera, los empleos inestables, contratos precarios y la  inseguridad laboral repercuten a nivel físico, mental y social.

Jossy Bravo, de 28 años, lleva  tres meses desempleado. La situación lo tiene irritable y preocupado porque debe pagar la manutención de su hijo de 6 años. “Siempre estaba tensionado, pensaba que me iba a botar, hasta que pasó”.

Estrategias para aliviar el estrés

Orellana, quien es psiquiatra y psicólogo, aseguró que en el país es necesario desarrollar un programa de prevención contra el burnout y que reduzca el estrés laboral, depresión y suicidio.

Para ello se requiere de un psicólogo en la compañía que realice, una vez año y de forma periódica, un test psicodiagnóstico para tratar el trastorno que se detecte. “Debe aplicarse una entrevista libre y cuestionario que contenga entre sus preguntas: ¿Cómo se siente en el área laboral que desempeña? y ¿El trabajo lo ha defraudado?”.

La experta Quiroga concuerda  con que las empresas necesitan profesionales de la salud mental que evalúen al personal y que los trabajadores sean escuchados. “Es deber de la organización reconocer cuando necesita ayuda su equipo. Nosotros podemos estar rodeados de personas que sufren algún trastorno mental y no son tratadas porque ocultan el problema”.

Rojas señaló que el Código Laboral obliga a las instituciones a tener un médico ocupacional, un  enfermero y psicólogo clínico. “En otros países el trabajador puede dormir de 15 a 30 minutos en su jornada laboral. Ecuador está lejos de aquello porque no hay preocupación por la salud mental de los trabajadores. Los empresarios desconocen que el rendimiento de una persona con un buen estado emocional se triplicará”.

Ella aconsejó  practicar ejercicios al aire libre, viajar, estar en contacto con la naturaleza o sembrar plantas  para liberar las cargas de ansiedad y emocionales que se dan  dentro y fuera de las jornadas. “Las empresas deben obligarlos a que tengan acceso a terapias de relajación”.

Asimismo, Quiroga aseguró que en todas las instituciones del país se debe impulsar estrategias sobre la salud mental. “Necesitamos que al trabajador se le dé una participación activa en la empresa y que no solo reciba órdenes, que se promueva el respeto hacia ellos y se  incorporen programas de pausas activas, la cuales consisten en  ejercicios que alivian la tensión laboral”.

Este año la Defensoría del Pueblo implementó la actividad en las oficinas. Hace 3 años el personal del  hospital Vicente Corral Moscoso, de Cuenca, realizó una rutina de estiramientos como una forma de disminuir el estrés. (I)

ACTIVIDADES EN GUAYAQUIL

El Centro Materno Infantil del distrito 7 (en Bastión Popular) impartirá un conversatorio. La actividad empezará a las 11:00.

El Hospital Los Ceibos dictará una charla sobre el estrés laboral a los profesionales de salud. Ellos llenarán un cuestionario para identificar si sufren el trastorno y también recibirán recomendaciones para evitarlo. La jornada empezará a las 10:00.

El 60% de trabajadores en España sufre trastornos como estrés, fatiga, dolores de cabeza (cefaleas), ansiedad, insomnio o problemas a la hora de conciliar el sueño o mayor irritabilidad, a causa del trabajo. (I)