“La naturaleza tomó un respiro en las primeras semanas de cuarentena”

La ambientalista Nancy Hilgert sostiene que la cuarentena por el covid-19 ha permitido al planeta un respiro, pero que es necesario rediseñar el modelo de desarrollo ahora que paulatinamente se retomen las actividades económicas globales.

¿Cuál es el reto de Ecuador con respecto al tema del medio ambiente y la pandemia?

El mayor reto de Ecuador es restaurar la economía de la reciprocidad operando de la manera en que la naturaleza lo hace, empujar nuestra experiencia hacia un nivel global.

Es por esto necesario y urgente rediseñar el modelo de desarrollo en donde se priorice la integridad humana ante la corporativa. Esta será la única garantía de que las futuras generaciones tengan una calidad de vida integral.

¿Qué nos muestra o alerta la naturaleza a propósito de la actual pandemia de covid-19?

Las alertas de la naturaleza han estado delante nuestro por generaciones.

Por ejemplo, desde 1972, en la Conferencia de Estocolmo, gracias al pronunciamiento de la Asamblea General de las Naciones Unidas se resolvió que desde 1973, cada 5 de junio, se celebre el Día Mundial del Medio Ambiente.

En nuestro país se ha festejado con fuerza desde 1980, inicialmente con apoyo de Fundación Natura, ONG que desarrolló un programa de educación ambiental para difundir a los ciudadanos sobre la necesidad de reciclar, dejar de contaminar el agua y aire con hidrocarburos.

Esta pérdida de naturaleza durante por lo menos 200 años, por la deforestación y la industrialización, ha afectado la productividad de nuestros suelos...

¿Se puede decir que la cuarentena también está afectando la naturaleza?

En cierto sentido y momentáneamente, la naturaleza tomó un respiro las primeras semanas, porque se redujo el tránsito vehicular, los vuelos, la polución en las grandes ciudades, la gente se quedó en cuarentena.

Sin embargo, la población aún no es consciente de la necesidad de mantener el equilibrio de la naturaleza.

En energía eléctrica en los hogares, por ejemplo, debido a que se instaló el teletrabajo, este gasto ha sido mayor.

También se ha necesitado incrementar la potencia de internet, lo que ha causado la recepción de mayor radiación electromagnética (EMF) en las personas.

El consumo en agua también ha aumentado en los hogares. (I)