Médicos británicos recomiendan usar ketamina contra la depresión
Los médicos británicos que estudian los beneficios de la ketamina recomendaron el uso generalizado de ese tranquilizante para tratar a personas con depresión aguda.
El producto es más conocido como tranquilizante para caballos y droga de discoteca.
Sin embargo, el doctor Rupert McShane, a cargo de una investigación científica de la Universidad de Oxford desde 2011, escribió en la revista especializada The Lancet Psychiatry, que la ketamina puede funcionar en pacientes con depresión “cuyos casos no mejoran con ninguna otra droga”.
El experto indicó que el Gobierno británico debería crear un registro nacional para controlar el uso de dicho estimulante.
Según McShane, miles de personas cuyos casos no mejoraron con antidepresivos podrían ser ayudados con la ketamina.
El registro nacional abarcaría a quienes reciben tratamiento con la droga, seguiría de cerca sus casos y evitaría el uso ilegal de esa sustancia de tipo clase B.
El estudio de Oxford concluyó que de las 101 personas que participaron del control médico y cuyos casos no habían mejorado con el uso de antidepresivos tradicionales, 42 respondieron de forma positiva al tratamiento con ketamina.
“La primera infusión de ketamina literalmente me salvó la vida”, contó una paciente, cuyo nombre no fue dado a conocer por razones legales. “Me sentía tan desesperada que pensé que terminaría suicidándome. Los tratamientos me permitieron volver al trabajo a tiempo completo. Todavía y por momentos tengo problemas de depresión, pero haber podido regresar a trabajar me ayudó mucho”.
Por su parte, McShane explicó que los tratamientos con ketamina deberían realizarse en centros especializados, donde cada paciente sea controlado y su dosis registradas en listados para evitarse abusos.
“Eso nos ayudará a evitar cualquier problema de dependencia a largo plazo y establecer con más precisión el tipo de dosis, duración de tratamiento o frecuencia de la droga”.
La cantidad utilizada en el estudio científico es menor que la porción de la droga consumida en discotecas. McShane advirtió sobre la automedicación.
El experto aclaró que la droga “no es un milagro” contra la depresión y agregó que mantener los beneficios “sigue siendo un desafío”, ya que hasta ahora solo se obtuvieron buenos resultados a partir de la repetición de las dosis.
Pero Louise de 36 años, una de las pacientes que participó en el estudio, descartó la dependencia. “No la siento, no soy adicta a la ketamina. Tengo más problemas con efectos secundarios por antidepresivos si dejo de tomar alguna dosis”.
Por su parte, el profesor Allan Young, del Colegio Real de Psiquiatras, consideró que hay muchas personas que no se saben sobre el uso de la ketamina.
“Antes de que la ketamina pueda ser recomendada para su uso clínico, se precisa de una amplia investigación para entender cómo se puede utilizar de forma óptima para tratar la depresión”.
El Colegio Real de Psiquiatras tiene preocupaciones por la seguridad de los pacientes y recomienda a los expertos de salud mental proceder con cautela para tratar a pacientes con ketamina”. (I)
