Al llegar a Tulcán, capital de la provincia del Carchi, una de las paradas obligatorias es su cementerio. Las figuras talladas en pinos atraen a los visitantes; otro destino reconocido es la parroquia Tufiño, donde los turistas se benefician de las aguas termales. Pero si lo que se busca es disfrutar y recorrer hermosos paisajes y lagunas en bicicleta o admirar a las cerca de 300 especies de aves y otras 1.400 de orquídeas, Tulcán es el destino.

A 3.100 metros de altura se ubica una de las joyas naturales de esa zona: la Reserva Ecológica El Ángel. Para llegar hay que recorrer una carretera de segundo orden. Al mirar el paisaje desde la ventana, la intensa neblina cubre una parte de las 11,34 hectáreas que ocupa el bosque de frailejones, una especie endémica de los páramos del norte del Ecuador. “Estas plantas miden hasta siete metros de altura y en sus alrededores habitan venados, lobos, reptiles, curiquingues e incluso cóndores”, cuenta Diego García, del Ministerio de Turismo, quien agrega que en El Ángel hay diversidad de paisajes, que son atractivos turísticos, como la laguna de El Voladero, Lagunas Verdes, el Cerro Mirador y el volcán Chiles Cerro Negro (Colombia).

El recorrido sigue y es el momento de hacer el menor ruido posible y alistar los binoculares para ver a una de las 348 especies de aves que hay en la zona. El cuervo higuero golirrojo, el trepatroncos pechiestrellado y tanagara dorsipurpura son las tres especies emblema de la provincia fronteriza con Colombia.

García indica que en el último Conteo Navideño de Aves -actividad creada en 1900 por la Fundación Audubon, dedicada a conservar y restaurar los ecosistemas naturales enfocándose en las aves- participó por segunda vez Tulcán. 20 comuneros de la laguna La Cocha y de Pasto hicieron el conteo en el Cerro Chiles, en ambos lados de la frontera. Esta área es prioritaria para conservar especies como el colibrí gigante. En cambio, las parroquias de Chical y Maldonado, en el noroccidente de Tulcán, son consideradas el hogar de cientos de especies de aves, diurnas y nocturnas.

Este año, entre el 14 y el 15 de diciembre, Tulcán volverá a participar del Conteo Navideño. Se espera superar la cantidad de especies del año pasado.

Un jardín de orquídeas

Sus colores, tamaños, olores y figuras flanquean un pequeño camino de tierra que lleva hasta El Rincón de las Orquídeas, del cantón Huaca.

Son largas o anchas, pueden ser grandes como una mano o tan o más pequeñas que una pestaña. Con sus diversas formas atraen a los insectos. “Es por eso que a las orquídeas se las conoce como las maestras del engaño o de la seducción”, dice Edmundo Coral, quien nunca imaginó que sembrar una de estas flores, hace 15 años, en el patio posterior de su vivienda se convertiría en una de sus mayores aficiones.

Con el paso del tiempo su hogar (940 metros) se transformó en la casa de más de 700 especies. El jardín se perfila como un lugar de paso obligado para los turistas.

Los guías del lugar son Coral y sus hijos, para explicar las variedades conducen a los visitantes por un sendero de árboles nativos. Al final del recorrido, en una casa con adornos de la cultura Pasto, ofertan platos de la localidad, como tortillas de tiesto hechas en un horno de leña que se ubica en el centro de la sala. Acompañan los bocaditos con una taza de café recién hecho.

Mientras disfruta de la bebida caliente, Coral confiesa que entre su colección de orquídeas tiene una favorita, es la especie drácula gigas, seleccionada como la flor emblemática del Carchi.

Según Coral, esta variedad es una de las más raras a escala mundial, pues en el centro de la planta se puede observar la forma de una cara de simio.

Cicloturismo

Las ciclo-rutas son una alternativa para hacer deporte al aire libre en Tulcán. Ciclistas, atletas, patinadores, deportistas y zanqueros se toman los sábados, durante cuatro horas, las avenidas de los sectores norte y sur de la urbe. Bajo el eslogan ‘Tulcán, libre de tráfico y smog’, entre las 06:00 y 10:00. Además también hay rutas fuera de la urbe. Una de ellas tiene una extensión de 45 kilómetros y pasa por la Panamericana Norte. Durante el recorrido hay puestos de auxilio mecánico, abastecimiento de agua, guías del recorrido, entre otros servicios. La ruta está dirigida para turistas y ciclistas deportivos. (I)