La escuela Normal de Ayotzinapa nació en 1926, como un proyecto del gobierno

Alexander Mora Venancio (en la foto), 19 años, vivía en El Pericón y quería ser maestro. Israel Jacinto Lugardo, de 19 años y residente de Atoyac, también. Su madre dice que tiene una cicatriz en la cabeza y que sería fácil reconocerlo.

Por eso muestra una foto de él al filo de la carretera. No se cansará de hacerlo, según cuenta, hasta que le devuelvan vivo a su hijo. Ellos son solo 2 de los 43 normalistas desaparecidos hace más de 3 semanas, tras un ‘operativo policial’ en Iguala, Guerrero, uno de los estados más pobres de México.       

Son parte de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Raúl Isidro Burgos, donde abundan pinturas y murales con la imagen de Ernesto ‘Che’ Guevara, Fidel Castro y otros líderes de izquierda.

Así lo destaca una publicación de la cadena inglesa BBC. “Algunos en la escuela definen el ataque como el mayor escándalo en lo que va del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, quien se ha comprometido a castigar a los responsables de la tragedia”, relata la publicación.

Esta escuela forma parte de un proyecto del gobierno para formar maestros que erradiquen el analfabetismo en México y a su vez lleven dignidad en la educación a los sectores pobres rurales.    

En 1926, cuando nació la escuela, se creó además una red de 29 normales. Hoy solo sobreviven 13. “Desde 1940 hasta la fecha, los distintos gobiernos han tenido una relación difícil con las normales, a tal grado que cada año los estudiantes y maestros realizan movilizaciones y protestas para conseguir que se mantenga el presupuesto público para su existencia”, expresan los entrevistados en la cadena inglesa.

Además el Normal de Ayotzinapa fundó dos de los principales líderes de movimientos guerrilleros en México, los profesores Lucio Cabañas Barrientos y Genaro Vázquez Rojas.

Elba Esther Gordillo, expresidenta del oficialista Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), mencionó en su momento que la escuela era un “semillero de la guerrilla”.

Mientras que Juan Carlos Pérez, corresponsal de la BBC en México, indicó que los muchachos que allí se forman son “militantes, tienen mayor conocimiento político que otros. Al menos así lo ve el gobierno”. Sin duda los aspirantes a maestros desaparecidos tienen una formación diferente. Lo ocurrido ha encendido las alarmas no solo en México, sino también entre los parlamentarios europeos y la OEA.