El programa de becas actual en 8 universidades llega a $ 78 millones

Obtuvo una beca y viajó desde Latacunga hasta Quito para estudiar la carrera de Administración de Empresas en la Universidad Politécnica Salesiana (UPS). Su ayuda académica cubre la matrícula y la colegiatura; sus padres le envían un poco de dinero mensualmente para cubrir los gastos. Se trata de Juan Pablo Ortiz. Mientras caminaba apresurado a una de sus clases comentó que su beca lo ayuda a realizarse como profesional, y que si el nuevo mecanismo de ayuda estatal para las universidades cofinanciadas no afecta a la comunidad, lo aplaude.

Ortiz está al tanto de que la semana pasada el presidente del Consejo de Educación Superior (CES), René Ramírez, señaló que la reforma estatal plantea que la Senescyt elija a los benecifiarios de las becas de forma directa. Hoy son las universidades las que escogen. Esto ocurre porque 3 de 8 universidades no justificaron el uso del 100% de los recursos en becas. Más de $ 6 millones entregados por el Estado no fueron justificados por las universidades.

Ortiz al igual que Mario Álvarez, estudiante de Psicología, no ven problema que ahora el Estado sea el que analice y califique a los becados. Sostuvieron que si continúan entregando la misma cantidad de becas, los chicos secundarios sabrán ganarse esas ayudas académicas.

José Juncosa, vicerrector de la sede Quito de la UPS, informó que el costo de cada salesiano es de $ 2.200 y que solo 7 de los 22.000 alumnos del país están en el quintil 5, es decir pagan los costos universitarios sin ningún descuento.

Ramírez señaló que de las 8 universidades cofinanciadas, solo en la UPS los costos en el quintil más bajo no resultan elevados para quienes tienen menos recursos. En la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) los estudiantes del quintil 1 (menos pagan) destinan más de $ 5.000 para cubrir cada semestre su carrera.

Según el CES, estos establecimientos educativos tienen solvencia financiera y están en capacidad de generar excedentes. Ramiro Collaguazo, estudiante de Biología de la PUCE, dijo al respecto: “si les sobra plata ¿por qué no bajan las pensiones?”.

El joven, quien estudia con un préstamo, contó que a pesar del sistema de pensiones diferenciadas, en la PUCE resulta caro ser pobre. Mientras que Collaguazo dijo que se siente indignado, Cristina Martínez truena sus dedos en señal de preocupación. Ella es estudiante de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE).

Indicó que en febrero pasado el rector Ricardo Hidalgo informó, a los medios de comunicación, que la UTE tiene un déficit de $ 25 millones. “No entiendo cómo es que si estas universidades, entre ellas la que estudio, son capaces de generar excedentes, tengan déficit, recorten personal y nos quieran pedir pagos de prematrícula”.

Una de las inquietudes de Ortiz, Álvarez, Collaguazo, Martínez y otros estudiantes consultados, es conocer desde cuándo se aplicará el nuevo mecanismo. Ramírez explicó que será desde el próximo año y que los cambios no serán retroactivos, es decir, que los alumnos que actualmente cursan estudios en este tipo de establecimientos con beca la seguirán percibiendo hasta la finalización de sus estudios.

Con este nuevo procedimiento se busca incrementar el número de estudiantes beneficiarios de becas sin cambiar el monto de asignaciones, las cuales suman aproximadamente $ 73 millones. En el caso de que se registre excedente de dinero, este se destinará para el financiamiento de programas de posgrados en las universidades públicas. (I)