El rector de la Universidad Central, Édgar Samaniego, encabezó la marcha del centro superior hacia las instalaciones del Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad (Ceaaces).

Según las autoridades, la manifestación se produjo para impugnar la última evaluación del Ceacces, que ubicó a la institución en categoría B.

Pero no todos los estudiantes de la universidad estuvieron de acuerdo en asistir a la marcha. “Recibimos un comunicado en la mañana que decía que los profesores no pueden dar clases y que todos teníamos que venir a una movilización. Eso no nos parece legítimo”, denunció Samantha Andrade, estudiante de la Facultad de Comunicación.

Otra joven de Ingeniería en Petróleos, quien prefirió no identificarse, calificó la marcha como “circo mediático”, porque se acercan las elecciones del centro de estudios superiores. Además, criticó el nivel académico de la universidad y denunció presiones para asistir a la marcha. “El problema es que varios profesores están a favor del Dr. Samaniego para seguir en ciertos cargos”, aseguró.

Hubo también molestias por las clases perdidas durante la mañana. David Mora, alumno del primer semestre de la Escuela de Economía, no comparte que se paralicen las actividades. “Se pierden conocimientos, no es justo”, dijo.

Con la consigna ‘Ceaaces escucha, la Central está en la lucha’, marcharon docentes, personal administrativo, egresados, empleados y directivos por la avenida 10 de Agosto y Eloy Alfaro, en el norte de Quito.

Carlos Rojas, de Ciencias Administrativas, sí apoya la revaluación porque aseguró que las mejoras en la infraestructura y docencia son latentes. Además, destacó que el prestigio de la universidad no puede opacarse por los resultados de la categorización.

“Era una cosa ver antes cómo era la U y ahora cómo ha mejorado”, comentó Ángel Albán, egresado de la institución, quien ahora trabaja en la universidad. Albán participó de la caminata, junto con 10 egresados que portaban un cartel, para apoyar la nueva evaluación.

Cerca de las 11:00, y con un resguardo de 30 policías, el rector Samaniego entregó al presidente del Ceaaces, Francisco Cadena, un documento de cinco hojas con varias peticiones, una de estas es que el centro sea evaluado nuevamente.

En el informe detallan, lo que las autoridades alegan, “vacíos legales”, y solicitan permanecer en categoría A. “Vine aquí no para saludarlo sino para rechazar el informe”, dijo Samaniego. En el oficio se argumenta la metodología utilizada, los plazos que no fueron cumplidos por el Ceaaces y la medición realizada con los trabajos de investigación.

Samaniego criticó que no se haya valorado el trabajo del núcleo de investigadores científicos de la universidad, que descubrió el parásito amphimerus en la provincia de Esmeraldas. “Aquí están decenas de artículos indexados y publicados”, dijo Samaniego, mientras colocó las evidencias en una carpeta roja para entregarla al organismo.

Además, el rector de la universidad aseguró que el Ceaaces entregó primero el informe evaluativo al partido MPD y no a las autoridades universitarias. “Fue un órgano político que depredó a la universidad y a la educación del país”, manifestó.

Cadena desmintió esta acusación. “Yo le he comunicado oficialmente que de aquí no salió ninguna comunicación formal ni tampoco informal de los resultados antes de que sea entregado a usted”, aseguró.

El Ceaaces ratificó el informe y la rigurosidad de la evaluación, que fue socializada en dos ocasiones y hace meses a los directivos de las universidades. “Le invito a que mire el informe con calma, con actitud académica y se adviertan las deficiencias y fortalezas que tiene el conjunto de la universidad ecuatoriana”, expresó Cadena.