La movilización al trabajo en bicicleta reduce significativamente el riesgo de padecer cáncer o sufrir infartos, de acuerdo con un estudio científico elaborado por expertos británicos.

Según la investigación, que analizó los casos de 250.000 trabajadores de Gran Bretaña, durante cinco años, utilizar la bicicleta como vehículo para ir a laborar o caminar son actividades más beneficiosas para la salud que utilizar el autobús o el coche.

Los expertos de la Universidad de Glasgow notaron importantes diferencias entre aquellos  trabajadores ‘activos’ que usan la bicicleta o caminan al trabajo y los ‘sedentarios’ que prefieren no hacer ejercicio.

De estos últimos, 2.430 fallecieron: 3.748 fueron diagnosticados con algún tipo de cáncer y 1.110 sufrieron de problemas cardíacos.

Pero aquellos que utilizaron dicho transporte para ir a las empresas lograron reducir el riesgo de muerte por cualquier causa en 41%, la incidencia del cáncer en 45% y de infartos en 46%.

En promedio, los ciclistas pedalearon 48 kilómetros por semana, aunque los científicos indicaron que cuanto mayor la distancia alcanzada, mayores fueron los beneficios para la salud.

De acuerdo con el estudio, caminar al trabajo reduce el riesgo de padecer infartos, pero solo en aquellas personas que lo hacen más de 10 kilómetros por semana.

El doctor Jason Gill, uno de los investigadores principales del informe británico, afirmó que el estudio es evidencia fehaciente de que las personas que llevan una vida activa, en especial aquellos que utilizan a diario la bicicleta, disminuyen sus riesgos de muerte.

“Si vamos en bicicleta estamos modificando en gran medida nuestro accionar físico diario. Las autoridades deben cambiar la infraestructura para facilitar que la gente vaya de esa forma al trabajo”, afirmó Gill.

En ese sentido pidió por la creación de más bicisendas, permitir que los ciudadanos puedan llevar las bicicletas en vagones especiales de los trenes y que las oficinas cuenten con duchas para aquellos empleados que llegan transpirados por el ejercicio físico.

Londres y otras ciudades del Reino Unido ya cuentan con amplios sistemas de bicisendas.

Desde 2010, la capital británica tiene un sistema de alquiler de los livianos vehículos, paradas para retirarlas y devolverlas. Hay 200.000 miembros, 15.000 bicicletas y 20.000 aparcamientos.

El estudio científico difundido en esta semana y publicado en la revista científica British Medical Journal (BMJ) concluyó que aquellas personas que combinan el uso del transporte alternativo con el público registraron beneficios en la salud. Sin embargo, no determinó de forma clara las causas y efectos por dicha diferencia.

De todos modos aclaró que los beneficios de hacer ejercicio diario para la salud son evidentes, incluso, si se excluyen hábitos como el tabaquismo, la dieta o el peso excesivo de la persona.

Los expertos indicaron en todo caso que andar en bicicleta o hacer ejercicio de forma diaria reduce el peso corporal y ayuda a bajar los niveles de inflamación en el cuerpo.

El estudio determinó que andar en bicicleta es más beneficioso para la salud que caminar, en gran medida por el nivel de intensidad de ese ejercicio.

Clare Hyde, portavoz del grupo benéfico Cancer Research UK, afirmó que la investigación británica destaca los beneficios potenciales de aumentar la actividad física en la vida diaria.

“No es necesario ir todos los días al gimnasio o correr una maratón para mejorar la salud. Cualquier actividad física que canse y haga transpirar, puede ayudar a hacer una diferencia”, concluyó.

El doctor John Proböse, presidente del Centro de Salud de la Universidad Alemana del Deporte, afirmó que aquellas personas acostumbradas a trasladarse en ese transporte ahorran en visitas al médico, pues son más saludables. (I)

Datos

Según los médicos, las personas que sufren molestias típicas como dolores de espalda, tienen sobrepeso o padecen enfermedades cardiovasculares podrían obtener beneficios al andar en bicicleta y de esta manera gozar de muchos años de buena salud.

La duración y la frecuencia de los trayectos se deben ajustar de acuerdo con la condición física, la edad y los resultados que se deseen conseguir. Solo 10 minutos de pedaleo ya repercuten en la musculatura, el riego sanguíneo y en las articulaciones.

Después de los 30 minutos de ejercicio -según la investigación- aparecen influencias positivas en las funciones del corazón y a partir de los 50 minutos es estimulado el metabolismo graso.

El nacimiento del ciclismo como un deporte popular se remite al 31 de mayo de 1868. (I)