¿Quién es alguien “inteligente”? Una de las primeras respuestas a esta interrogante puede venir desde lo puramente cuantitativo, o sea, es inteligente quien tome un test de coeficiente intelectual y supere los rangos establecidos técnicamente. Pero esta definición es problemática por muchas razones.

En primer lugar, porque parece irracional categorizar a una persona solo con base en lo que diga o no un examen, pues eso encasilla a la inteligencia en una habilidad para razonar en un papel y de cara a una exigencia que reviste formalidad. Es decir, los test solo evalúan una ínfima parte de las inteligencias que, hoy conocemos, son múltiples y, por ende, no pueden ser limitadas a una sola categoría. Esto nos lleva a una primera gran conclusión: la definición de inteligencia es maleable y concentra múltiples formas de expresión: la lógica, típica del matemático, la emocional, del psicólogo, la inteligencia lingüística, musical, espacial, etc.

Teniendo en cuenta esta multiplicidad de expresiones de la inteligencia, resulta imperativo repensar el rol de la educación en la sociedad, pues ¿en qué medida nuestras escuelas, colegios y universidades están diseñados para potenciar esa diversidad de inteligencias? El alumno matemático, el científico, el que saca las notas perfectas y cumple los estándares de la formalidad del estudio sin duda puede ser categorizado como un estudiante “inteligente”, sin embargo, no podemos partir de esos supuestos para discriminar a quienes aprenden, se expresan y producen contenido académico desde las artes, la música, las habilidades de liderazgo, la crítica, la filosofía, en fin.

Cuando recordamos nuestro colegio y, en general, nuestra formación, estoy seguro de que la mayoría crecimos bajo un concepto muy cerrado y limitado de la inteligencia y, hablo desde lo personal, muchos llegamos a sentirnos tontos sin reparar en que la verdadera riqueza de la humanidad es, precisamente, que no aprendamos igual, que critiquemos y que irrumpamos en el orden.

Sin duda pueden haber muchas definiciones de inteligencia, pero estoy seguro de que todas se relacionan con algo esencial: La inteligencia es una expresión de diversidad. (O)