Poco se conoce sobre la Etnomatemática, el estudio de la relación entre las Matemáticas y la Cultura. A través de esta disciplina es posible revalorizar formas originales de cálculo, diseño espacial y construcciones lógicas. La idea detrás de la Etnomatemática es que la forma en que se concibe a esta rama del conocimiento influye en nuestra cultura y cómo vemos el mundo, mientras que nuestra cultura influye cómo entendemos las Matemáticas.

En Ecuador, hay un grupo de entusiastas matemáticos, jóvenes y adultos, que promueven el valor de esta forma de hacer cálculos, originaria de nuestros antepasados. Juan Ramón Cadena, matemático e investigador de la Universidad Central, lidera esta cruzada.

Hay escasas evidencias de que los pueblos originarios tenían escritura, si esto es así ¿cómo podían realizar cálculos matemáticos?

Sí tenían escritura, los quipus eran una forma de escritura. Los pueblos preincaicos tenían formas de comunicación incluso pictográficas antes que caligráficas, pero tenían formas de comunicarse.

¿Cuándo empezaron a efectuar cálculos matemáticos?

Mire, aquí tenemos una taptana (calculadora de los cañaris) que es anterior a los incas. Podemos decir que surgió 200 años antes que los incas.       

Si nuestros antepasados tenían estas herramientas de cálculo, ¿por qué no se conservaron?

Nosotros recibimos una educación occidental fundamentalmente. Nadie nos preguntó qué tipo de matemáticas queríamos aprender. Nos enseñaron una matemática griega, egipcia, árabe y babilónica, pero nosotros vivimos en el altiplano, nuestra concepción es diferente. Los europeos tienen una concepción mucho más importante respecto al espacio; en cambio, nuestros antepasados, respecto al tiempo. Por  ejemplo, los mayas en el siglo III hicieron el primer congreso de Astronomía en la historia de la humanidad y se han encontrado vestigios de que realizaron un estudio de la órbita de Venus durante 150 años. De tal manera que el calendario maya no es solar, sino ‘venusino’.

Los babilonios, los sumerios, aplicaban cálculos, por ejemplo, para conocer más acerca del movimiento de los astros, para organizar las cosechas. ¿En Ecuador hubo algo semejante?

Claro que sí. Imagínese que aquí la cuestión de la agricultura se guiaba totalmente por el movimiento de la Luna y del Sol.

¿A través de la Etnomatemática usted busca rescatar estas antiguas formas de hacer cálculos?

A todos nos enseñaron Matemáticas, a través del Álgebra de Baldor, de ejercicios repetitivos y algorítmicos horribles. Queremos cambiar esa concepción. La Matemática que queremos rescatar tiene otro tipo de ethos, otro tipo de comportamiento del tipo ontológico. Es un tipo más abierto y en contacto con la naturaleza.

¿Qué herramientas le facilitarán este abordaje?

Queremos aprovechar los ábacos y las taptanas. Fíjese que en el Sol de los Pastos, de 8 puntas, está toda la geometría euclidiana porque esta se conservó a lo largo del tiempo. Después de la Biblia es uno de los libros más leídos  y en el Sol de los Pastos está todo: el teorema de Pitágoras, el teorema de Tales  y el teorema de los tolomeos. Ellos ya tenían estos conocimientos que solo se los podría equiparar con los de Europa. Aquí, habitaron muchos Pitágoras, muchos Euclides. No queremos eliminar la matemática occidental porque ha aportado muchísimo, sino rescatar, reinventar y redescubrir nuestra historia matemática.

¿Usted propone aprender el teorema de Pitágoras en el Sol de los Pastos?

Claro, por qué no. También deberíamos aprender a sumar y a restar en la taptana cañari, esto te da identidad y te dice que nuestras culturas prehispánicas tenían ciencia; sabían matemáticas y eso es algo que se ocultó durante la conquista española, se imagina.

¿Qué tipo de acciones implementarán para fomentar la Etnomatemática?

Organizamos el Primer Congreso Internacional de Etnomatemática hace un año, al cual asistieron 60 expositores, entre ellos 400 extranjeros. Hay un interés mundial por este tema. También planteamos que en la formación de profesores de matemáticas de la Universidad Central se incorpore la materia de Etnomatemática y fue aceptada la propuesta.

Entonces, ¿será una materia obligatoria?

Así es, los profesores la tomarán de manera obligatoria. Sé que los catedráticos que se especializaban en Matemáticas ni siquiera recibían ni historia de la matemática. Hoy, gracias al Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (CEAACES) podemos asegurar que los maestros se capaciten en la Etnomatemática.

¿Cuál será el siguiente paso?

También queremos llegar a los profesores del colegio, pero sabemos que eso es más difícil. Por ahora, tenemos convenios con la Universidad Técnica del Norte, con la Universidad Politécnica del Carchi, Estatal de Bolívar y con la Universidad de Cuenca. Estamos realizando un circuito con las universidades para poder expandir esta idea.

¿Cómo concibe usted a las Matemáticas? ¿En realidad, es una herramienta indispensable?

La Matemática es hermana de la Filosofía porque trabaja con  abstractos. La Matemática trabaja con números y estos no existen, son seres imaginarios. La Matemática es utilitaria porque sirve para comprar en la tienda, para calcular lo que gastamos, para construir un puente, para diseñar un satélite, etc. (ARB) (I)

DATOS SUELTOS

Rescatar la etnomatemática

Este catedrático tiene varias publicaciones en este campo, uno de ellos trata sobre el uso de recursos TIC de Matemática y su relación con el rendimiento académico. El investigador espera que más jóvenes matemáticos se sumen a esta cruzada: impulsar la pasión por la Etnomatemática en el país.  

Trayectoria académica

El académico e investigador ecuatoriano estudió Matemática pura en la Escuela Politécnica Nacional y luego cursó una maestría en la Universidad Central. Está enfocado en la docencia y dirige este proyecto innovador de enseñanza de las Matemáticas.