Era un 21 de mayo, feriado en Chile, en el que muchos ciudadanos estaban concentrados en el mensaje que aquella mañana entregaba la presidenta Michelle Bachelet ante el Congreso en Valparaíso. Pero en Santiago otros tantos disfrutaban de un sábado apacible, con paseos tradicionales como al Zoológico, ubicado en el cerro San Cristóbal. De pronto, la tranquilidad en ese parque se rompió, cuando un joven se desnudó frente a la jaula de los leones y, acto seguido, se lanzó dentro, provocando a los animales, ante la estupefacción del público presente.

El joven, que luego fue identificado como Franco Ferrada, abrazó a Manolo, uno de los leones, tras lo cual Flaquita, una de las hembras, comenzó a morderlo. De acuerdo con testigos, Ferrada, de 20 años, llevaba una carta suicida y mientras los leones africanos lo atacaban, gritó unos pasajes religiosos. En un intento desesperado por salvar su vida, el personal del zoológico disparó contra los leones, dándoles muerte. Pero uno de los dardos también alcanzó a Ferrada, quien aún lucha por su vida. Todo en apenas tres minutos.

Este hecho, que bien podría pasar como una noticia “curiosa”, esconde una serie de realidades y las más enconadas reacciones ciudadanas, desde sectores animalistas que el domingo irrumpieron en el mismísimo parque zoológico para presionar por su cierre, hasta personas a las cuales la situación de Ferrada les ha provocado un profundo impacto. Por eso es que los últimos días en las redes sociales los chilenos han descargado su espanto por lo ocurrido con este joven, con todo tipo de debates e intercambios de palabras de grueso calibre.

Uno de los fenómenos que ha quedado al desnudo tras lo ocurrido en el zoológico es el alto nivel de depresión de los chilenos. Franco Ferrada se habría encontrado en un profundo cuadro depresivo, con una vida marcada por el dolor. De acuerdo con cifras oficiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 17% de la población chilena sufre depresión, por lejos una de las tasas más altas a nivel mundial. Según Alejandra Lemus, presidenta del Colegio de Psicólogos de Chile, los problemas de salud mental son responsables del 26% de las licencias médicas en el país. Otros expertos sitúan esta cifra en más del 40% de los casos.

También, el 22% de los chilenos reconoce que al menos una vez en su vida ha tenido un diagnóstico relacionado con la depresión. Esto quiere decir que prácticamente una de cada tres personas sufre problemas de salud mental como angustia o depresión. Los especialistas apuntan al estrés con el que viven muchos chilenos, sumado al escaso tiempo libre, falta de lugares de esparcimiento, altos costos en actividades culturales y quiebres familiares. Pero también tendría que ver con la inestabilidad económica y el creciente desempleo, que se sitúa en un 9,6%.

Pero hay algo más. A juicio de algunos especialistas, el estado mental de muchos chilenos puede ser comparado al de países como China, Japón y Corea del Sur, por el rápido tránsito de distintos modelos de desarrollo económico. En ese sentido, se estima que el nivel de depresión en Santiago alcanza al menos un 30%. Al mismo tiempo, los expertos también apuntan a un nivel de expectativas ciudadanas que la mayoría de las veces no se pueden cumplir debido a las altas desigualdades sociales que coexisten en el país. Por eso es que la propia OMS ha recomendado a Chile una ley de salud mental, para prevenir y tratar este tipo de enfermedades.

Chile es actualmente el país de la OCDE donde más ha aumentado la tasa de suicidios, después de Corea del Sur. Cada año se estima que 1.500 chilenos se quitan la vida (en América Latina esta cifra llega al 60%). El 90% de las personas que se suicidan padecen una enfermedad siquiátrica. Los suicidios representan al 2% de las causas de muerte en Chile. Y eso no es todo: en la última década se registró un aumento del 470% en el consumo de antidepresivos.

Servicio Nacional de Menores

Aparte de la situación emocional de Franco Ferrada, su acción en el zoológico también ha puesto nuevamente al Servicio Nacional de Menores (Sename) en el debate. Fue en una dependencia del Sename donde creció Ferrada, tras perder a su madre cuando tenía 11 años. Su padre, con problemas de alcoholismo, nunca logró recuperarse de la muerte de su esposa y envió a sus 8 hijos al Sename. Por eso no se descarta que parte importante del daño sicológico de Ferrada se haya generado durante su adolescencia en un organismo que debería servir para todo lo contrario.

Esta institución es una de las más cuestionadas del país, con revelaciones sobre maltrato a menores de manera frecuente. Según el diario La Tercera de Chile, actualmente hay 83 sumarios por supuesto maltrato de funcionarios contra menores. Este año, este organismo ha estado en el ojo del huracán después de la muerte no aclarada de una niña de 11 años al interior de uno de los hogares, que se sumó a otros 13 fallecimientos en los últimos 9 años por diversos motivos.

En el Sename operan 4 mil funcionarios, pero los menores que se encuentran en sus dependencias superan los 15 mil, muchas veces en situación de total precariedad. Este organismo depende del Estado y tiene como objetivo la protección de los menores vulnerables ante el Poder Judicial. Estos centros albergan a niños, pero también a infractores de la ley. (I)