El aullido y el jugueteo de los monos llaman la atención de quienes transitan por el pequeño pueblo de Torata, limítrofe entre los cantones de Piñas y Santa Rosa, en la provincia de El Oro.

La manada de monos aulladores cruza las ramas de un lado al otro durante todo el día. Este grupo, posiblemente de 30 monos, apareció de un momento a otro en el sitio.

Las razones de su aparecimiento no se conocen, pero el asunto preocupa a las autoridades del Medio Ambiente, porque el lugar no es propicio para el crecimiento y desarrollo de estos primates.

Cuando se llega a Torata, a primera vista no se observa nada, pero de a poco van saliendo, incluso se puede apreciar cómo una mona lleva a su bebé sobre su espalda. Solo lo suelta por un momento para enseñarle a abalanzarse de una rama a otra.  

“Hemos podido divisar cómo una  madre ayuda a su cría a trepar árboles”, dijo Freddy Vanegas, miembro de la Junta Parroquial de Torata.

La manada recorre unos 5 kilómetros de bosque. En su trayecto, juegan, se alimentan y beben agua de una quebrada a la cual se ha denominado “la quebrada de los monos”. Los transeúntes se detienen al filo de la carretera para poder observar con facilidad a los micos.

Según Vanegas, los primates aparecieron repentinamente en el lugar hace 6 años, “seguramente huyendo de la depredación de los bosques que se da por la zona”.

El bosque de Torata tiene una fauna muy rica, pues además de los monos aulladores se puede ver un tucán. La colorida ave no es común en esta zona, por ello se ha convertido en una atracción entre los lugareños.

Manuel Fierro habita por la zona montañosa de este lugar y trabaja en la ganadería. Todos los días circula por la carretera a bordo de su caballo y mira cómo los monos hacen sus acrobacias. “Hay mucha gente que transita por la vía y se da cuenta de la existencia de los monos. Algunos permanecen horas viéndolos pasar de un árbol a otro”.

No hay datos exactos de cuántos monos están en el bosque de Torata, pero se estima que son 30, lo que sí han notado los comuneros es la ruta que tienen. Según ellos, en la mañana salen del cerro Pelado hasta el cerro Fénix. Son aproximadamente 5 kilómetros de recorrido.

Fernando Valarezo, quien trabaja en el departamento de Ambiente del Municipio de Santa Rosa, asegura que se ha podido observar a varias crías de monos. “Hemos podido divisar cómo su madre ayuda a sus crías a trepar árboles, eso es muy hermoso ya que están en su hábitat, por ello hay que darle recomendaciones a los visitantes”.

Según el Gobierno Parroquial de Torata, en la zona existe gran variedad de fauna. Además de los monos aulladores se pueden encontrar gualillas, guatusas, cuchuchos, armadillos, puercos saca, venados, pajarracos, loros grandes, loros negros, perdices, tigrillos, osos, gallinas del monte, papayeros, reptiles, variedades de aves, pacharacos, ardillas, perezosos cabeza de mate, gatos del monte, zorros rabo blanco y conejos.

El departamento de Ambiente del Municipio de Santa Rosa ha catalogado a este sector como un secreto escondido de la naturaleza, pues consideran que los ciudadanos también lo deben cuidar. (I)