Una vez que el Gobierno de Estados Unidos -ante la solicitud hecha por el régimen ecuatoriano- revocara la visa diplomática al ex titular del directorio del Banco Central del Ecuador (BCE), Pedro Delgado, comenzó la etapa de espera por parte de las autoridades ecuatorianas que aguardan que el ex funcionario retorne al país voluntariamente.

Ello para que rinda cuentas ante la justicia por haber falsificado documentos educativos para la consecución de un título de economista en Costa Rica, hace 22 años.

La embajadora de Ecuador en Washington, Nathalie Cely, en los últimos dos días se ha encargado de responder -vía Twitter- cuestionamientos ciudadanos sobre la situación de Delgado, quien está en Miami desde el pasado 20 de diciembre, cuando acudió a esta ciudad norteamericana para asistir al matrimonio de uno de sus hijos.

La representante del gobierno ecuatoriano confirmó que la revocatoria de la visa diplomática de la que gozaba Delgado -porque su esposa laboraba en el consulado ecuatoriano en Miami- se alcanzó gracias a la gestión de la Cancillería de Ecuador. 

Recordó que entre 2005 y 2008 el ex titular del Banco Central obtuvo una visa de trabajo que le permitía tener una consultoría en EE.UU.

La embajadora ecuatoriana aseguró que “hace votos para que (Delgado) regrese”.
Aseguró que en caso de que esto no suceda “estamos analizando otras acciones”. Y entre esas otras opciones estaría la deportación.

El propio canciller Ricardo Patiño, una vez conocida la noticia de la revocatoria de la visa, dijo que se pensaría “incluso en la posible deportación” de Delgado.

Luego añadió que no quisiera adelantar criterios hasta que se fueran confirmando los hechos.
Asilo en tercer país

Las últimas declaraciones hechas por Juan Carlos Carmigniani, abogado del ex funcionario en Ecuador, complican el escenario.

El jurista, el jueves anterior, informó que su defendido no piensa regresar por el momento al Ecuador y hasta analiza la posibilidad de solicitar asilo en un tercer país al considerarse un “perseguido político”.

Carmigniani expresó que su defendido no se someterá a un linchamiento político a las puertas de la campaña electoral que empezó la tarde de ayer. 

Sobre estas declaraciones, Cely solo se limitó -nuevamente a través de Twitter- a confirmar que Delgado no podría solicitar ese asilo en Estados Unidos y que Ecuador espera “el retorno voluntario o la deportación” del ex funcionario.

Aunque para esta última opción, la de la deportación, también surge un inconveniente: “el problema es que no hay ningún proceso judicial terminado en su contra”, afirmó Cely cuando se le consultó sobre los procedimientos que tendría que aplicar la Embajada en Washington para traer de regreso a Delgado al Ecuador.

La diplomática dijo desconocer la situación en que se encuentran los bienes del ex presidente del BCE en Miami.