Desde hace un mes, Manuel Paltán, de 71 años, y otros 60 adultos mayores instalaron un huerto en el patio del voluntariado donde reciben asistencia.

En el espacio aprenden cómo sembrar acelga, lechuga, nabo, rábano, remolacha, col, entre otros alimentos.

Paltán, oriundo de Cuenca, provincia de Azuay, recibió la capacitación por parte de los técnicos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), quienes lo asesoraron en el control de plagas y técnicas agronómicas.

Los 60 adultos mayores de diferentes familias laboran en el patio de la Asociación San Vicente de Paúl, en Machala, que está ubicada en Urseza II, al norte de la ciudad.

Yorvi Moreno, presidenta de la organización, dijo que incluir a este grupo vulnerable dentro de una actividad agrícola que no requiere demasiado esfuerzo, les permite sentirse útiles y motivados.

En tanto, Ubaldo León Serrano, director Provincial Agropecuario de El Oro, indicó que el interés de la institución es brindar apoyo con implementos de huertos familiares en la región.

La asociación realiza autogestión para poder alimentar a los adultos mayores que no tienen familia o que  si la tienen, pero no pueden hacerse cargo de ellos.

Algunos no son de Machala, pero llegan todos los días a tomar desayuno y al mediodía, el almuerzo.

Desde las 10:30 hasta las 11:30 con la ayuda de Jorge Andrade, técnico de agricultura familiar, en cambio, realizan las labores en la pequeña granja.

El local de la asociación cuenta con un área aproximada de 160 m², que han sido distribuidos en 6 camellones para sembrar hortalizas y plantas medicinales.

Además tienen espacio para los árboles frutales como mango, aguacate, guanábana, jamaica y moringa.

Se ha establecido incluir a los adultos mayores en todas las etapas del cultivo para que generen los productos que, además, servirán para su alimentación, tomando en cuenta que la Asociación recibe donaciones para preparar su comida.

Paralelo a esto, el grupo aprende acerca de los saberes ancestrales, y a deshidratar la jamaica y la moringa para la venta.

Xavier Logroño, de 60 años, a parte de su labor en la asociación, también tiene un huerto en el patio de su casa. Siembra remolacha, manzanilla, tomillo, valeriana, ruda, toronjil, arrayán, y romero.

Sostiene que las plantas que cultiva en su patio le sirven para cualquier tipo de dolencia, como   malestares estomacales, espasmos y cólicos. “También es bueno para el dolor de cabeza, entre otras molestias”, indica.

Logroño incluso aprendió que el agua de chuquiragua es buena para las dolencias de la próstata, que es algo que a él le preocupaba.

Según los técnicos de la cartera de Estado, en la provincia de El Oro, se busca incluir a los grupos vulnerables en prácticas agrícolas para fomentar la unión familiar, aumentar la autoestima y ampliar la soberanía alimentaria.

“Al ser realizada de manera cooperativa y colectiva, la agricultura en los huertos crea también espacios para alejar a los niños y los adolescentes del trabajo infantil, del consumo de drogas o alcohol y del uso indebido de la tecnología”, explicó León. (I)