El complejo turístico Nagsiche es parte de los atractivos históricos poco difundidos en la parroquia Panzaleo, en Cotopaxi. Está ubicado en la zona de unión de los ríos Nagsiche y Cutuchi en la jurisdicción del cantón Salcedo.

Según los historiadores, en ese sitio se desarrolló una violenta batalla entre los ejércitos de Atahualpa y Huáscar hace 530 años. El primero salió victorioso y eso marcó el fin del predominio del imperio Inca que provenía del Perú.

Nagsiche se levanta a 5 minutos del parque de la parroquia rural de Panzaleo. En ese lugar viven más de 5 mil personas, la mayoría se dedica  a la agricultura y a otros servicios turísticos como la gastronomía, especialmente la oferta de las tradicionales fritadas.

Por Panzaleo pasa también un tramo del denominado Camino del Inca o Qhapaq Ñan que fue incluido por la Unesco en la lista de patrimonio mundial. Esta red vial inca tenía una longitud de 30 mil km.

Al costado derecho del río Nagsiche aún se puede apreciar parte de la senda histórica y parte de un puente de piedra.

Esta zona debe su nombre al pueblo de los Panzaleos que vivió allí antes de la conquista inca que derivó en el enfrentamiento final entre Huáscar y Atahualpa. Este lugar era considerado estratégico por el inca quiteño por la muralla natural de montañas.

Una infraestructura familiar

El complejo Nagsiche cuenta con una piscina de 22 metros de largo por 8 de ancho. Su piso es de madera y permite la circulación de las aguas minerales de origen volcánico y que tienen un matiz turquesa. A la piscina se le atribuyen propiedades medicinales. A pesar de esto, el complejo estuvo abandonado por casi una década. En 2011 el Gobierno Municipal de Salcedo empezó un proceso de rehabilitación que se aplicó en 2 etapas.

Primero fueron remozadas las piscinas y se implementaron duchas. También se habilitaron baterías higiénicas, graderíos, áreas verdes y se construyó el alcantarillado sanitario. Los trabajos conculyeron a finales de 2012.

La segunda etapa consistió en edificar en la parte superior del complejo un bar y más baterías sanitarias. Sin embargo, estas labores se detuvieron tras la reactivación del volcán Cotopaxi a mediados de agosto de 2015.

Según los expertos, de producirse una eventual erupción los lahares que provendrían del deshielo serían arrastrados por el cauce del río y destruirían este complejo.

Sin embargo, Mario Mora, presidente de la Junta Parroquial de Panzaleo, retomó la gestión. “El GAD Municipal aportará con $ 100 mil para realizar la recubierta de las piscinas y las adecuaciones mencionadas”. Junto al río Cutuchi se recuperó una antigua construcción que se deterioraba. Allí se adecuó una sala de eventos para usos múltiples con todos los servicios.

Reconstrucción de los accesos

Como parte del proceso de recuperación se hicieron 2 puentes peatonales que permiten realizar caminatas y ciclismo. Hay canchas de básquet, vóley e índor y una guardianía. En el ingreso se colocaron adoquines en la zona de parqueo. Hay también un lago artificial en el que se crían tilapias. El agua proviene de vertientes montañosas.

Cuenta también, en el lado sur, con una pequeña piscina para niños. Fernanda Acosta, miembro de la junta parroquial, indicó que actualmente la entrada es gratuita de miércoles a domingos en horarios de 08:00 a 17:00.

“Pero si el GAD Municipal decide entregar el complejo turístico a la junta parroquial, se podría establecer un costo para cubrir el mantenimiento de estas instalaciones que son utilizadas por un promedio de 300 personas los fines de semana”, aseguró Acosta.

Otros atractivos

Panzaleo es parroquia desde 1869. El Señor de Panzaleo es el patrono de este lugar y su imagen se venera en la iglesia parroquial que fue construida hace más de 160 años.

Fue una zona arqueológica y en diversos sitios como Pataín, Tigualó, Camino del Inca se han encontrado vestigios de la tribu de los Panzaleos.

La laguna de Yambo es también motivo de visita. Mide 1.100 metros de largo por 290 de ancho. Sus aguas son verdosas y tienen una profundidad máxima de 25 metros.

Se ingresa por una vía estrecha que desciende desde la ensanchada Panamericana Norte. En sus riberas hay restaurantes y negocios para alquilar lanchas. (I)