“Desde temprana edad, mi hermanita mostró un incontenible interés por la historia de nuestros antepasados, etnias indígenas y costumbres de Cotopaxi. No cabe duda de que ella será la próxima cronista de Latacunga”.

Con esta corta pero concisa frase, Anita Arequipa describe a su hermana menor, Marcela (foto), una joven latacungueña de 22 años, quien se ha destacado por recopilar datos históricos de su provincia, ciudad y barrio natal: Tilipulo. En este sector se encuentra la famosa hacienda del mismo nombre, en la cual hace casi dos siglos se reunieron las huestes libertarias de la mayoría de capitales provinciales de la Sierra central, y que fue el cuartel donde se preparó el Primer Grito de Independencia del Ecuador, el 10 de agosto de 1809.

“La curiosidad de Marce, como la llamamos de cariño, sobre esta enorme hacienda nació cuando se enteró de que el libertador Simón Bolívar la visitó. Por tal razón quiere compilar en un texto toda la información que hasta el momento ha conseguido sobre el tema, gran parte de ella, por medio de la tradición oral de nuestros vecinos y familiares ancianos”, agrega la hermana de Marcela.

No es extraño encontrar a la joven en los alrededores de Tilipulo, donde va comparando los datos históricos que ha leído en libros antiguos, en los que se describe cómo era el sector hace dos siglos, con el panorama actual. Su cualidad de observación la notaron desde sus primeros años de escuela, sus profesores, amigos y compañeros.

“Es muy observadora y le gusta indagar a profundidad temáticas que, para la mayoría de personas de sus edad, pasan desapercibidos. Otra aptitud que caracteriza a

Marcela es la facilidad para recordar fechas importantes en la historia nacional, así como nombres de lugares destacados, lo cual jugó un papel fundamental para que ella consiguiera las mejores notas en Historia y Geografía”, explicó Lorena, excompañera y amiga de Marcela. Luis Landa, abuelito materno de la joven, ha colaborado en varias ocasiones en la recolección de información sobre Tilipulo.

“Durante los relatos, mi nieta hace constantes preguntas en las que consigue mucha más información que la que inicialmente planea. Uno de los aspectos en los que más indaga es la unión de los habitantes del barrio. Le llama mucho la atención el poder de convocatoria de los líderes comunales de antaño y el espíritu de colaboración que teníamos para realizar importantes obras que mejoraron nuestra calidad de vida”, dijo el anciano.

La recolección de datos involucra al menos a 15 personas mayores de la localidad, quienes no dudan en recordar y contar acontecimientos, fechas, nombres y más elementos históricos que con el transcurso de los años se han ido albergando en sus memorias.

Con el firme propósito de convertirse en historiadora, Marcela está por terminar de estudiar su bachillerato a distancia, pues debido a los escasos recursos económicos de su familia no pudo terminar sus estudios secundarios y debió dedicarse a trabajar como niñera desde los 16 años.

Después de su graduación, planea estudiar en alguna universidad de la capital una carrera afín a las ciencias sociales con la que pueda profesionalizar su afición y le permita publicar su libro.

“Por ello se esfuerza a diario para conseguir las mejores notas, su objetivo es alcanzar el puntaje suficiente para aplicar a una beca. No dudamos de que lo logrará pues ya lo consiguió en la escuela, es muy inteligente, estudia mucho y le encanta leer”, manifestó Yolanda Ante, actual compañera de estudios. Ante además explica que a este paso Marcela, además de cumplir su sueño, romperá varios estereotipos que rodean a las chicas de su tierra natal y edad.

“La mayoría de mujeres de 22 años en su barrio se limitan a casarse y tener hijos, lo cual no está mal. No obstante Marcela quiere destacar en el campo de las letras, conseguir sus objetivos por sus propios medios y ser una mujer independiente”, agregó. (I)