La actividad del volcán Tungurahua se mantiene entre moderada y alta, pero la expulsión de ceniza causa malestar en la salud de los habitantes de las comunas próximas, especialmente en Chimborazo.

Por eso, el Ministerio de Salud Pública (MSP) dispuso la entrega de 2.000 mascarillas en Penipe y 800 en Guano, dirigidas a los grupos más vulnerables, como niños y adultos mayores.

A la par, de 100 casos atendidos en los centros de salud de ambos cantones, el 18% está relacionado  a problemas de la garganta y afecciones a las vías respiratorias.

Héctor Pulgar, director zonal de Salud, aseguró que los centros médicos están abastecidos con medicación y se ha dispuesto un horario distinto al habitual, con el fin de enfrentar cualquier emergencia. “Estamos atendiendo de 08:00 a 20:00 para que la gente acuda sin contratiempos. Tenemos todo lo necesario y se está analizando, según la necesidad, colocar una ambulancia permanente pero solo si es requerido”, mencionó.

Mientras tanto, los pobladores ya aplicaron sus propias medidas de seguridad basadas en la experiencia que les dejaron los 16 años de actividad del volcán.

Marcia Flores, habitante de la parroquia Puela, se levanta todas las mañanas a limpiar los filos de las ventanas, en donde se acumula el material volcánico. “Tengo dos niños pequeños que suelen ser vulnerables al polvo y peor a la ceniza. Por eso, limpio con un trapo húmedo y cuando se sienten mal los llevo al médico. Allá nos atienden bien”, manifestó.

En las zonas afectadas por el volcán, tanto en Guano como en Penipe, existen 8.436 estudiantes por lo que el Ministerio de Educación activó su plan de contingencia debido a la ceniza. “Las mascarillas se entrega a los trabajadores de escuelas y colegios porque son los más expuestos. Los estudiantes también cuentan con protección”, indicó Yolanda Muriel, representante de riesgos de la Dirección de Educación. (I)