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Donación de cabello aumentó trabajo diario de tejer pelucas

Los voluntarios que tejen pelucas se reúnen a diario en una casa situada en las avenidas Bolivariana y Pan de Azúcar, en la peluquería Rosita Villafuerte.
Los voluntarios que tejen pelucas se reúnen a diario en una casa situada en las avenidas Bolivariana y Pan de Azúcar, en la peluquería Rosita Villafuerte.
josé miguel castillo/el telégrafo
22 de octubre de 2016 - 00:00 - Redacción País Adentro

Había cumplido 6 años y ya soñaba con ser adulta, estudiar y hacer dinero para ayudar en la alimentación y el cuidado de los niños pobres de Ambato. Esta idea le surgió al recibir gratuitamente avena y leche en la calle Vargas Torres de las manos altruistas de Augusto Salazar, un comerciante que gestionaba ayuda internacional para dar de comer a los chicos más desafortunados.

Hoy María del Carmen Medina continúa con esta labor, pero ahora como gobernadora de la Zona 7 de la organización mundial centenaria Kiwanis que está presente en 97 países. El lema de esta red global de voluntarios es ‘sirviendo a los niños del mundo’. En Ecuador hay 32 clubes, la mayoría está en Manabí.

Ahora los voluntarios de Ambato piden más apoyo para continuar con el proyecto de tejer pelucas para niños con cáncer.

Este año también trabajan en la organización de los concursos de dibujo con ayuda de Unicef para concienciar a los chicos en el cuidado ambiental. “También se planifican acciones de salud odontológica y la adecuación de parques infantiles en zonas rurales como la comuna El Obraje en el cantón Patate”, explicó Medina. (I)

Una campaña altruista en  dos cantones

Voluntarios jóvenes, niños y adultos se reúnen cada semana en una casa particular situada en la avenida Bolivariana y calle Pan de Azúcar, cerca del coliseo de los Deportes de Ambato. Allí tejen pelucas para niños que padecen cáncer en la provincia de Tungurahua. Según los médicos, uno de los efectos secundarios de la quimioterapia les causa la caída del cabello (alopecia) y el efecto inmediato es la depresión.  Para ayudarles a recuperar su autoestima, los kiwanis se juntan en esta tarea solidaria que no es sencilla.

Jacobo Suárez es uno de ellos. Separa cada cabello para tejerlo en un hilo templado sobre una base de madera. “Se requiere de mucha paciencia y como mínimo 2 horas para hacer un par de mechones. Elaborar una peluca completa nos toma 3 meses”.

Esta campaña empezó en Baños de Agua Santa y se invitó a las mujeres a donar sus cabelleras. En principio se esperaba recaudar unas 50 porciones pero lograron 170. Por eso el trabajo se acumuló y ahora los kiwanis requieren apoyo. Contactos al 098 334 3214. (I)

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