El ECU-911 de Ambato recibió el mes pasado, época más seca del año en la región, varias llamadas alertando sobre la presencia de incendios en zonas montañosas y de difícil acceso.

El fin de semana hubo dos grandes desastres en los cantones Píllaro y Baños de Agua Santa, en Tungurahua. El primero se inició el viernes a las 14:45 en el sector Pucará, de la parroquia Poaló, cerca al Parque Nacional Llanganates.

Allí, tras varias horas de esfuerzo, personal del cuerpo de bomberos de Ambato, Píllaro y Salcedo controló las llamas. Al menos 50 hectáreas de bosque fueron arrasadas.    

Un día después se dio aviso a la central de emergencia de un siniestro en una ladera de la comunidad Río Verde Chico, en Baños. Allí el fuego devastó cerca de 15 hectáreas.

Para Marco Sánchez, jefe de operaciones del Cuerpo de Bomberos de Ambato, al menos el 90% de las quemas forestales en la provincia se debe a la mano del hombre.

“En la región centro, de noviembre a febrero es la temporada con mayor índice de incendios forestales, pues el Sol está presente durante casi todo el día. Y es justamente la época en la que más excursiones se realizan en zonas boscosas. Una botella de vidrio olvidada puede desencadenar un gigantesco desastre”, expresó.

A más de esto Sánchez explicó que la ausencia de lluvias en la mayoría de cantones tungurahuenses agrava la situación.

En el incendio de Baños trabajaron el sábado 45 agentes de los cuerpos de bomberos de Patate, Pelileo, Ambato y Shell, por un tiempo de 8 horas. En estas instituciones se impulsan planes de prevención a fin de concienciar a la población, sobre el peligro de encender fuego en zonas boscosas.   

“Cada año en esta fecha se producen grandes quemas en el cantón, en donde se destruyen extensas zonas boscosas, por ello patrullamos la mayoría de paseos ecológicos, senderos, parques forestales y desfiladeros con vegetación”, dijo Patricio Vargas, sargento del Cuerpo de Bomberos de Baños. (I)