Un total de 12 jueces especializados trabaja en la Unidad Judicial de Violencia contra la Mujer y la Familia, del Consejo de la Judicatura, que fue inaugurada en la capital cotopaxense hace un año. Desde entonces, tramitaron un total de 1.479 causas, de las cuales se han resuelto 755.

Alexander Núñez, magistrado de esta unidad, dijo que el 95% de denunciantes es de sexo femenino, mientras que el 5% restante es masculino. Las personas que presentan las querellas tienen edades entre 18 y 35 años. El 75% se define como mestizo.

La realidad de las féminas maltratadas se visibiliza especialmente cuando asisten al chequeo médico. En ese lugar trabaja Carla Castañeda, médico-perito de la entidad.

Ella descubrió que de cada 10 mujeres atendidas, al menos 3 han sufrido violencia sexual en algún momento de sus vidas.

Agresores en estado etílico no son los únicos causantes de estos hechos. En opinión de esta médica, las prácticas machistas y prejuicios aún dominan el imaginario social e impulsan a los hombres a cometer estos delitos.

Sin embargo, de acuerdo a las estadísticas, el 101% de denuncias es por violencia física, el 102% por agresiones psicológicas y el 104% por violencia socioeconómica. Las tres, sostuvo, desestabilizan la armonía que debería existir en el hogar. “Se sobrepasa el 100% porque no se manejan causas en general, sino de varios grupos”, explicó Castañeda.

La investigación de los casos

Walter Chicaiza, juez de la unidad, destacó el trabajo del departamento médico, de los sociólogos y psicólogos que atienden en esta institución. “Gracias a ellos se conoce de cerca cada uno de los casos y se manejan con mayor eficiencia”, afirmó.

Hasta el 20 de julio de 2013, las denuncias de maltrato doméstico se manejaban en la Comisaría Nacional de Policía, pero no había la colaboración de profesionales, a diferencia de la Unidad Judicial de Violencia, donde se brinda protección a las víctimas y, en caso de ser necesario, se procura el alejamiento del agresor.

Los trámites en esta dependencia son totalmente gratuitos y la identidad de los denunciantes se mantiene en reserva, para evitar posibles represalias.

Con respecto a los 35 hombres que denunciaron durante este año violencia doméstica, ellos confesaron que estos ataques eran propinados por sus convivientes.

Para Mary Guijarro, socióloga, el perfil de un hombre maltratado guarda similitud con el de la mujer. “La falta de amor propio hace que ambos géneros se sientan inferiores a su verdugo y le permiten agresiones a veces sin defenderse”, dijo.

Manifestó que algunas féminas tienden a mal comprender el concepto del feminismo, como superioridad, cuando en realidad es la búsqueda de la igualdad. “Esto no es por la imposición del miedo, sino a través de la comunicación, compartiendo las mismas responsabilidades y gozando de los mismos derechos”, concluyó.