La cotidianidad del cantón Salcedo, en la provincia de Cotopaxi, se rompe cada 29 de septiembre. El motivo: la devoción al arcángel san Miguel, patrono de la ciudad.

La fiesta en su honor se celebra cada año en esta fecha, la cual tiene una programación con diversidad de eventos que incluyen elementos tanto religiosos como paganos.

Muy por la mañana inician los preparativos para el festejo. Las comparsas, huacos y priostes visten sus atuendos para participar en 3 desfiles. El primero tiene un carácter solemne, casi espiritual.

La imagen de san Miguel es sacada de la iglesia central por los priostes para encabezar la marcha hasta la plaza principal de la urbe, donde se celebra la misa campal.

Las bandas populares de todas las comparsas entonan la melodía ‘Príncipe Glorioso’, la cual es muy popular en Salcedo. Es un momento dedicado a la espiritualidad, al silencio, a desbordar la fe por el ‘Bermejo’, como se conoce de cariño a la efigie de san Miguel, que a decir del historiador Oswaldo Navas tendría casi 400 años de existencia.

“Al llegar a la plaza Augusto Dávalos, más conocida como plaza de papas, los penitentes rodean la tarima especialmente preparada para celebrar la eucaristía. Esta dura entre 60 y 90 minutos”, dijo Navas.

La planificación

Para Marcos Figueroa, uno de los 5  priostes de la presente edición, parte vital de la identidad del salcedense es ser devoto de San Miguel.

“Los preparativos para el gran día de la fiesta empieza con la publicación de los nombres de los priostes, la noche anterior al desfile. Además se preparan las jochas (invitaciones), se planifican las novenas y comparsas, todo este esfuerzo que se ve reflejado en el desfile”, dijo.

Los otros 4 priostes de la presente edición de la fiesta, que bien pueden ser personas, localidades o instituciones, fueron el barrio Chipoló, Club Alcones, Rutas Salcedenses y el barrio la Tebida Sur. Mario Bonilla, de la Compañía de Trasporte Salcedense, dio a conocer que cuando la eucaristía termina, las comparsas, una vez bendecidas por el sacerdote, emprenden su segundo recorrido a la iglesia-hogar del santo a fin de devolver la efigie.

“Al cumplir este acto protocolario, concluye la parte solemne. Las bandas, que hasta ese entonces mantenían la sobriedad, cambian las melodías sacras por las más pegajosas sonatas que invitan a los participantes y a los espectadores a entregarse al baile, vítores y más festejos en las calles”, dijo Bonilla.

En el tercer recorrido personajes como kaporales, chicheros y ashangueros desbordan alegría con sus bailes. En esta parte del festejo además destacan los ‘peluqueros’. “Son personajes propios de nuestra tierra. Escogemos espectadores para emular que les cortamos el cabello”, explicó Holger Bautista, quien acompañó a un grupo de peluqueros

Años atrás la fiesta de devoción y alegría se vio empañada por  excesos en la ingesta de licor. Por ello en esta ocasión se impidió que los miembros de la comparsa repartan entre los presentes las mistelas (botellas de licor). Según Rolando Molina, jefe de Policía en Salcedo, 110 agentes se designaron para el control. Según estimaciones municipales, el pasado 29 de septiembre llegaron al cantón 15 mil personas.

Según varias leyendas la imagen del Miguel llegó de Roma a Guayaquil en el siglo XV. Su destino final era Quito. En el trayecto, quienes la llevaban debían pasar por Salcedo y allí les fue imposible cargar la efigie, lo cual interpretaron como que el santo quería quedarse en la urbe. (I)