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La protesta generó inconvenientes en las primeras horas del lunes

Taxistas acusan a Rodas de apoyar transporte informal

Los taxistas convencionales realizaron caravanas por la ciudad a partir de las 06:30 de ayer.
Los taxistas convencionales realizaron caravanas por la ciudad a partir de las 06:30 de ayer.
Foto: Miguel Jiménez / EL TELÉGRAFO
11 de abril de 2017 - 00:00 - Redacción Ciudadanía

La protesta de taxistas convencionales realizada la mañana de ayer, durante aproximadamente tres horas, no sorprendió a la mayoría de habitantes de Quito.

Desde mediados de la semana pasada se conocía de la manifestación por redes sociales y conversaciones con los propios conductores. Ello no evitó, sin embargo, que la medida causara problemas, como retrasos, caminatas obligadas y aglomeración de personas en paradas y unidades de transporte.

Esta situación se mantuvo hasta cerca del mediodía porque, según denunciaron los ciudadanos, pocos buses circulaban, lo que aumentó el desorden característico del sistema de movilidad capitalina.

Los transportistas urbanos habrían tomado la decisión de retirarse ante la posibilidad de que se produjeran cierres de vías y agresiones de sus colegas amarillos.

No obstante, aquello no ocurrió. Desde las 05:30, los taxistas habilitados para rodar en las calles se congregaron en diversos puntos de la ciudad con el objetivo de realizar caravanas que recorrieron diversas rutas a partir de las 06:30.

Entre los puntos de concentración estuvieron el redondel El Condado, la estación interprovincial de Carcelén, el centro comercial El Bosque, la Tribuna del Sur y el parque Italia.

A pesar de que durante sus recorridos por el llamado hipercentro capitalino trataron de ocupar únicamente un carril, eso no evitó que  el tráfico propio de las horas pico capitalinas se incrementara.

Por ejemplo, la circulación en dirección norte-sur por la av. Eloy Alfaro, que es conflictiva, se tornó extremadamente pesada alrededor de las 08:00.

Avanzar desde la intersección de la arteria con la calle Fresnos hasta el desvío hacia el sector El Inca, que equivale a unos 3 kilómetros, tomó 30 minutos la mañana de ayer.

Asimismo, hubo tráfico pesado en la av. Simón Bolívar desde el sector Loma de Puengasí (suroriente) hasta la zona de la Universidad Internacional (oriente) por el paso de la caravana que se dirigía hacia el intercambiador de Carapungo (norte).

En esa vía periférica, los taxis convencionales ocuparon dos de sus carriles para transitar.

Y del mismo modo, aproximadamente a las 09:30, la av. Pedro Vicente Maldonado lucía congestionada a la altura de San Bartolo (sur) porque a esa hora un grupo de conductores se desplazaba en dirección al norte.

La manifestación de los aproximadamente 15.000 vehículos que integran los gremios de taxismo convencional capitalino busca mostrar su oposición al eventual inicio de un proceso de regularización de nuevos vehículos en la ciudad.

Desde inicios de este año, la empresa Propraxis efectúa un estudio sobre la situación del sector del transporte en vehículos de alquiler en el Distrito Metropolitano de Quito (DMQ).

Los resultados de este análisis, cuya entrega al Cabildo está prevista para el 26 de abril, determinarán si se incrementará el número de unidades amarillas.

En un comunidado de la Unión de Cooperativas de Transporte en Taxis de Pichincha, la entidad señala que, si el estudio ha sido manejado técnicamente, no debería incrementarse el número de unidades.

Los integrantes de la unión piden también que “se establezca una ordenanza con un candado de al menos 15 años para (la realización de) un nuevo estudio”.

De la misma manera, la organización reclama “que se intensifiquen los operativos de control a la prestación del servicio de taxi informal”.

Opiniones contrapuestas

Héctor Ocaña, miembro de la cooperativa Salazar Gómez y taxista  hace 20 años, asegura que la competencia de los vehículos no regularizados lo ha llevado a pensar en cambiar de actividad.

Ocaña afirma que la reducción de ingresos que provoca la presencia de unidades informales le ocasiona dificultades para cubrir las cuotas de su nuevo auto. “Tengo que pagar $ 420 mensualmente y solo logro completar unos $ 350 en promedio”.

El transportista afirma que en su operadora ya hubo varios casos de personas que prefirieron vender sus vehículos y dedicarse a otra cosa porque no podían cubrir sus necesidades.

El taxista informal Carlos Carrasco ve las cosas de un modo totalmente diferente. El hombre considera que “hay trabajo para todos, cuando lo que se quiere es trabajar”. A juicio del dirigente, los vehículos no regularizados cubren las brechas que deja el servicio que presta el taxismo convencional.

Asegura que los taxistas formales empezaron a ingresar a ciertos barrios de la ciudad, a los que antes no atendían, cuando aparecieron alternativas de transporte. “Mientras ellos descansan en las noches, nosotros trabajamos día y noche porque, además de sostener a nuestras familias, debemos pagar nuestros carros”.

A su juicio, eso demuestra que hay espacio para todos y que es posible que nuevos taxis se integren al servicio en la ciudad.

No obstante, los alrededor de 3.000 conductores que aspiran a ser regularizados en el distrito aseguran que aceptarán la cifra de incremento de taxistas que determine el estudio que realiza Propraxis.

Por su parte, la Alcaldía respondió a la protesta de los conductores.

El secretario de Movilidad, Darío Tapia, recuerda que en 2011 se aprobó la Ordenanza  047, que estableció un período de cinco años para la realización de un estudio que determinara la necesidad o no de incrementar el número de taxis.

Según Tapia, “el estudio que realiza esta administración será la base de una nueva ordenanza en la que se garantice la calidad del servicio y que se atienda la demanda en el DMQ, fundamentalmente en los polos de la ciudad que actualmente no son atendidos”.

Sobre el control del contenido y aplicación de los resultados del análisis, el funcionario dice que el procedimiento se realizará a través de una veeduría ciudadana.

La organización Justicia Vial habría mostrado su interés de formar parte de la veeduría. En tanto, Tapia sugiere que el taxismo formal se integre a la instancia.

Por otro lado, el secretario de Movilidad desmiente la versión de los conductores respecto a la falta de vigilancia sobre el taxismo irregular.

Tapia cita estadísticas de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT). De acuerdo con ellas, en 2016 se retuvieron 4.665 vehículos, mientras que en lo que va de 2017 se aprehendieron 915.

A juicio de Tapia, Quito es la ciudad que más carros retuvo y más controles realizó para controlar el taxismo informal en el país. (I)

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