Francisco Quirola, de 78 años, morador del sector de San Miguel del Común (vía Guayllabamba-Oyacoto) sigue asustado. Su vivienda se encuentra en la orilla de la carretera que conduce a Guayllabamba a 1 kilómetro del peaje.  “Todavía no ha venido nadie por acá a ver nuestras casas, hay unas dañadas luego del temblor del sábado”,  comentó preocupado el hombre, quien no abandona su hogar por miedo a perder las pocas cosas que tiene.

A simple vista, otras 3 viviendas cercanas a donde cruza la vía en ese sector están cuarteadas. En esas casas ayer no hubo moradores. Algunos vecinos señalaron que salieron a un funeral, mientras otros intuyen que se alejaron de la zona por miedo a las réplicas.  

Ayer, 3 nuevas réplicas del sismo de 5,1 del martes pasado, se produjeron  en la capital.  Los sismos de 3,2; 4 y 3 grados se sintieron ayer a las 10:50, 11:30 y 16:00.

El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Provincial señaló ayer que hasta el momento se registran 87 réplicas. El epicentro se mantuvo al este de Calderón, en donde sucedió el primer suceso.

En el sector de Catequilla, en San Antonio de Pichincha, que está más cerca del epicentro de los movimientos telúricos, se realizaron ayer inspecciones a las viviendas por parte del personal del Cuerpo de Bomberos y de la Secretaría de Gestión de Riesgos. El temblor más fuerte de ayer se registró a las 11:30. Fue de 4 grados de intensidad y a 4,20 kilómetros de profundidad. Luego de este sismo se levantó una enorme nube de polvo en el sector. El suceso no produjo  heridos.

Catequilla, que está próximo a la cantera donde trabaja la mayoría de moradores, está habitado por alrededor de 40 familias, de las cuales 4 han sido evacuadas a los albergues temporales habilitados por el municipio, ya que sus casas fueron severamente afectadas por los movimientos de tierra.

El COE informó ayer que 75 personas en total fueron trasladadas a albergues. Además, el Municipio recibió 2.220 llamadas de ciudadanos que reportaron daños en sus edificaciones. De estas viviendas, según el Cabildo, resta revisar 60. Luego de las inspecciones se decidió  reparar 9 casas y relocalizar a 5 familias, porque sus viviendas sufrieron daños mayores.

“Nos dijeron que mañana (hoy), vamos a reunirnos en la casa comunal con las autoridades para que nos indiquen qué va a pasar con la mina en donde trabajamos todos los de aquí”, señaló Patricio Asitimbay, mientras ponía en su casa las compras que había hecho en el mercado.

El viceministro del Interior, Javier Córdova, señaló que la medida de suspensión de las 27 canteras es preventiva y temporal. Sin embargo, señaló que la Secretaría de Gestión de Riesgos emitirá un informe de evaluación en esta semana, en el que se definirá  la situación. Sin embargo, anticipó que las 16 canteras ilegales no podrán seguir laborando.

María del Pilar Cornejo, secretaria de Gestión de Riesgos, señaló que en algunas de las 11 canteras legales también se encontraron problemas, pues algunas de ellas trabajaron sin normas técnicas.

La incertidumbre todavía no se despeja del sitio al igual que el polvo que se levanta continuamente con las ráfagas de viento y forma una especie de neblina.

Aunque el fenómeno levantó una nube de polvo, el Aeropuerto Mariscal Sucre de Quito no suspendió sus operaciones. Por instantes, técnicos aeroportuarios revisaron la pista y no encontraron inconvenientes.

Hasta el cierre de esta edición, la vía Guayllabamba- Oyacoto permaneció cerrada.

Moradores de Catequilla decidieron abandonar sus casas y albergarse en la  Mitad del Mundo.  “Estamos tranquilos por el momento pero  queremos saber dónde nos van a reubicar”, comentó René Ruiz, quien ha vivido con su familia en Catequilla desde hace 12 años.

Su esposa embarazada comentó que tanto ella como sus 2 hijos están bien. En el albergue recibieron alimentación: “Nos traen comida de afuera, estamos cómodos, aunque queremos ir a nuestra casita”.

En el local municipal de aproximadamente 4 metros por 10, que servía como sede del programa “60 y Piquito”, se acomodaron 16 camas para que reposen las 4 familias alojadas. Allí hay 18 personas, 10 adultos y 8 niños.

Erika Pinchao, encargada de administrar el sitio, explicó que en el albergue provisional tienen colchones, camas y frazadas, “para que estén lo más cómodos posible, no sabemos todavía cuánto tiempo tendrán que permanecer aquí, eso depende del Municipio”, aseguró.

En otro albergue, en  el sector de Pomasqui, permanecen 11 familias (37 personas). Quienes habitan en el lugar como José P. señalaron que sus viviendas colapsaron.  

Mario Ruiz, director del Instituto Geofísico, señaló que las réplicas son normales y que podrían continuar. “Se está realizando un reajuste de fracturas pequeñas”, dijo.

De igual forma se está realizando la entrega de mascarillas e hidratación a los moradores de los sectores  más afectados, donde se producen deslizamientos de tierra.

En Quito, en cambio, las actividades de fin de semana fueron normales. Hubo personas en centros comerciales y parques. Catalina C. (20 años) salió de compras a un mall. “Si las réplicas seguirán es mejor acostumbrarnos y tomar medidas preventivas”, dijo.