La tarde y noche del jueves, el Municipio de Quito reemplazó algunos tableros del puente La Marquesa, ubicado en el barrio Santa Teresita Bajo, que conecta las parroquias  Pomasqui y Calderón.

El Cabildo informó, mediante un comunicado, que de esa forma “mejora la seguridad vial tomando acciones preventivas para evitar inconvenientes posteriores que se puedan lamentar”.

Un día antes, la Junta Parroquial de Pomasqui cerró el paso por la infraestructura para evitar posibles accidentes.

Esto luego de que el puente fuera inspeccionado por miembros del gobierno de la parroquia y un técnico, contratado por las empresas de transporte Transhemisféricos y Kimera.

Aunque los trabajos ejecutados por el Cabildo permitieron la reanudación del tránsito en la zona, los habitantes de este sector del norte capitalino esperan la construcción de un puente definitivo.

La conexión actual es de tipo bailey y fue instalada provisionalmente en febrero de 2014 por un período  de tres años, por lo que en 2015 arrancaron las gestiones para  reemplazarlo.

El proyecto de prolongación de la av. Simón Bolívar hacia el norte, que actualmente se construye, contemplaba la edificación de dos puentes que faciliten la conectividad en la zona.

Así lo dio a conocer la empresa municipal de obras públicas a la parroquia en noviembre de 2015.

De estos, se ha ejecutado el denominado puente ‘Los Pájaros’, que conecta la nueva vía con el sector  Maresa.

La Municipalidad invirtió $ 16,2 millones en su construcción.

No obstante, a finales de mayo la presidenta del gobierno parroquial de Pomasqui, Jaqueline Castro, informó que no se trata de una obra prioritaria, como sí es -a su juicio- la construcción de un puente definitivo en su sector.

Según cálculos del Cabildo, el paso provisional permite que se conecten aproximadamente 28 mil personas. (I)