El plan de gobierno de la alianza CREO-SUMA tiene 49 páginas de las cuales cerca de la mitad enfatizan como ejes primordiales los sectores productivo, económico y de emprendimiento.

Así también el candidato presidencial Guillermo Lasso lo sostiene en medios de comunicación, en los recorridos y en foros a los que asiste. La creación de un millón de empleos, eliminar impuestos e impulsar los emprendimientos familiares son sus ofrecimientos en la lid electoral.

Mención aparte tienen capítulos relacionados con la derogatoria de reformas constitucionales, aprobadas a través de la enmienda. En su discurso está presente siempre su promesa de eliminar la Ley Orgánica de Comunicación, la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) y hasta el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs), aunque para ello deba impulsar una consulta popular. El contenido de la propuesta incluye breves diagnósticos sobre la seguridad, salud, educación y vivienda.

En cuanto a la reconstrucción de las provincias de Manabí y Esmeraldas, afectadas por el terremoto de abril del año pasado, considera importante la intervención de las fundaciones y sectores de la sociedad civil.  

Para Hugo Villacrés, docente de la Facultad de Economía de la Pontificia Universidad Católica de Quito (PUCE), llama la atención la propuesta de crear un millón de empleos cuando el número de desempleados del país, de acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), es de 410.411, mientras que la población económicamente activa se encuentra, a diciembre de 2016, en 7’874.000.  

“Cómo puede crear un millón de empleos si solo existe una cantidad menor de desempleados; si  está incluyendo a los subempleados debería decirlo; entonces su enunciado sería crear 410.000 plazas y buscar que quienes no están con empleo pleno o adecuado lo obtengan”, menciona Villacrés, por ello considera que la propuesta, en tal sentido, es antitécnica.

En cuanto a la eliminación de impuestos dice que la oferta es inejecutable: “una cosa es lo que se dice en campaña y otra la que se enfrenta en el poder”, ya que si lo hace dejaría de contratar en el sector público, reduciría gastos que son financiados con impuestos, como sueldos y salarios, y por consiguiente disminuiría la cantidad de profesores, de policías, de médicos y empleados públicos. Víctor Hugo Albán, miembro del Colegio de Economistas de Pichincha, comparte el criterio de Villacrés y enfatiza que las propuestas del candidato son, al menos, inejecutables y, en cierto modo, superficiales.

“Sobre la creación del millón de empleos, como grupo colegiado se le ha pedido al candidato que explique qué mecanismos tiene para ejecutarlo, pero no ha habido respuesta, entonces mal nosotros podríamos pronunciarnos”, advierte Albán. También considera difícil que reduzca o elimine impuestos, como ha anunciado el candidato, que incluso, semanas atrás, protocolizó un documento en el que se compromete a cumplir si llega a la Presidencia.

El analista se pregunta de dónde se pagará la deuda del Estado central para inversión pública si no hay esos ingresos: “no sabemos de dónde sacará otros recursos, pese a la estabilidad del precio del petróleo; tal vez podrían cambiarse o eliminarse partidas presupuestarias destinadas a la inversión social, como educación, salud y seguridad.

Eso sería lo único”. De allí que considera que no se ha tratado a fondo el tema. (I)