Hace 4 años el diputado italiano Alessandro di Batistta llegó al Ecuador como ‘mochilero’. Recuerda que no  tenía mucho dinero, pero sí alegría, libertad, ganas de viajar, amigos, entre ellos Nancy, con quien vio una película en la Casa de la Cultura Ecuatoriana. “Ese viaje tan grande me dio la idea de que había que pelear por mi país y que hay que levantarse, porque las piernas no sirven para sentarse sino para caminar adelante”.

Esa fue la principal motivación que le llevó a incursionar en la política con el Movimiento 5 Estrellas. Obtuvo en 2013 un puesto en la Cámara de Diputados con solo socializar su propuesta con megáfono en mano en las calles y en las redes sociales. “Estoy pensando en que mi dueño es el pueblo italiano”, dice, completamente descomplicado y espontáneo.

¿Cómo llegaste a ser diputado en Italia, invirtiendo solo 144 euros?

Viajé como mochilero en Ecuador hace algunos años y también me dediqué al estudio de los logros y de la política en Latinoamérica. Integré un movimiento de ciudadanos en Italia llamado 5 Estrellas, que no tenía ninguna idea de lanzarse en unas elecciones, pero después de proponer a los gobernantes ideas buenas que ellos constantemente no escuchaban, pensé, junto a mis compañeros, que era nuestro momento. Y lanzamos el movimiento y mi candidatura a través de internet. Hice toda mi campaña electoral utilizando sobre todo internet y la calle. Estuvimos en la plaza con un megáfono, hicimos videos que estuvieron en internet. Gasté solo 144 euros y al final me eligieron y tomamos casi 9 millones de votos sin plata pública.

¿Se considera un político de las nuevas tecnologías al usar herramientas no tradicionales?

Yo no me siento un político, sino un ciudadano que trabaja en un tiempo que va a terminar en las instituciones. Ese ciudadano va a salir y dejar el destino a otros que ingresarán en mi lugar. La gran revolución del Movimiento 5 Estrellas y de la red es tratar de hacer la política con poca plata. Internet nos permite llegar a millones de personas, gastando cero para compartir una información con millones. Cuando armamos grandes manifestaciones, que sin duda tienen un gasto grande, nos apoyamos con pequeños financieros. Cada ciudadano nos da 1, 2, 3 euros o dólares. No tenemos un gran apoyo financiero por grandes industrias o un poder obscuro que nos dé millones de dólares y después nos pida algo a cambio. El drama es ese, los partidos de izquierda y de derecha han sido financiados por grandes grupos industriales transnacionales, y a veces de crimen organizado, y después cuando entran a las instituciones, devuelven el favor. ¿Yo a quién tengo que devolver el favor si entré al Parlamento gastando 144 euros? A nadie, tengo un dueño que son los ciudadanos italianos.

¿Y mediante esa contribución se logra que el ciudadano se identifique con la política?

Absolutamente, porque las personas han participado en la construcción de un programa. En Italia, estamos empujando el tema de los sueldos de ciudadanía; es decir, que mientras que reciben un sueldo se construyen varios puestos de trabajo y si la persona rechaza 3 puestos de trabajo pierde el subsidio. No es el trabajo el que te pone adentro o fuera de la sociedad, sino el sueldo, entonces las personas tienen  que tener un sueldo de ciudadanía, porque es un derecho vivir fuera de la pobreza. La pobreza tiene que ser ilegal.

¿Bajo esta lógica ustedes también decidieron bajarse los sueldos?

Sí, el sueldo de un diputado es de 13.000 euros y yo gano neto 3.100.

Y el restante, ¿a qué se destina?

A un fondo para dar microcréditos a las pequeñas empresas italianas. Las transnacionales no apoyan a las pequeñas empresas que contribuyen al desarrollo económico y social de mi país. Nosotros nos cortamos el sueldo y apoyamos a empresas; casi 400 empresas ya han recibido un préstamo de casi 35.000 euros.

¿Solo su partido lo hace?

Obviamente. La derecha y la izquierda dicen que son enemigas en televisión en Italia, pero cuando se trata de plata pública, de sueldos, de robar nuestros recursos, no hay diferencia entre izquierda y derecha.

¿Cómo ha logrado estar por fuera y no contaminarse de esa práctica al ingresar al mundo político?

Viendo todos los fines de semana a la calle, la gente, los grupos territoriales. Ellos me conocen bien. Nos organizamos en grupos que nacen en redes y actúan en lugares verdaderos y ellos me conocen todos. También me exigen cumplir lo planificado. Un país funciona cuando las instituciones tienen miedo al pueblo y no funciona cuando el pueblo tiene miedo a las instituciones.

Usted ingresó cuando tenía 33 años. ¿Qué tan fácil pudo acoplarse al quehacer político?

La política evidentemente tiene que ver con todo el pueblo y todas las edades. Creo que adentro de las instituciones sería mejor que estén los más jóvenes y afuera los más expertos, que pueden ayudarnos a levantar las propuestas buenas para la ciudad.

¿Cómo mira el manejo de los medios a favor de grupos de poder?

Un tiempo existía el golpe tradicional con fuerzas militares, muy peligrosos, violentos y los ciudadanos tomaban en cuenta que existía este golpe; pero hoy existe un golpe suavecito.

¿Liderado por quiénes?

Por las mismas transnacionales. Aquí existe una troica como en Europa, en donde está el FMI, el Banco Mundial, el gobierno de EE.UU, empujados sobre todo por grandes transnacionales. Eso no quiere decir que todo el pueblo norteamericano y todos los políticos de EE.UU. sean malos, siempre he pensado que EE.UU. es un ejemplo en temas como, por ejemplo, cuando un político roba le ponen en la cárcel. Sin embargo, esa troica existe también en Europa, en donde está el Banco Central europeo y la Comisión Europea, que también utilizan varios medios que pertenecen al mismo poder industrial y político para golpear de forma distinta, pero fuerte, violenta, a todas las personas que se oponen a ese sistema.

¿Los partidos políticos ya no son necesarios en el contexto actual?

Pienso que un día -no muy lejano- veremos a la democracia representativa, que tiene ahora la necesidad de la intermediación partidocrática, como la monarquía absoluta, es decir como algo viejo. El Movimiento 5 Estrellas nace para golpear a los famosos coyotes e intermediarios de Latinoamérica. Sí se puede golpear a los intermediarios. Los ciudadanos pueden hacer el Estado y entrar directamente adentro de un parlamento.
Me pasó a mí, yo no conocía a nadie, yo puse mis informaciones y mi hoja de vida en internet, grabé un video y, al final, la gente votó por mí, por lo que pienso y por lo que soy. (I)