La cita entre los presidentes Nicolás Maduro, de Venezuela, y Juan Manuel Santos, de Colombia, en Quito, ha marcado un hito en la integración de América Latina, impulsada desde la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

A esta conclusión llegaron los  políticos de izquierda, catedráticos universitarios y analistas internacionales que participan desde ayer en el IIEncuentro Latinoamericano Progresista (ELAP) que se realiza en la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en Quito. De hecho, uno de los temas que se trataron en las mesas de trabajo fue ‘Socialismo del Siglo XXI:Agenda programática’.

José Rivera pertenece al Frente Socialista de Puerto Rico (Caribe). A su juicio, el último diálogo que hubo entre Colombia y Venezuela es una muestra de que los países latinoamericanos pueden resolver sus problemas con soberanía y sin la injerencia de potencias. “Es un avance de la izquierda latinoamericana”.

En cambio, el venezolano Diógenes Díaz, del partido socialista Unidos, considera que la Celac y la Unasur son espacios de unión regional. “Es el ejercicio de una nueva práctica política de integración. Para fortalecerla, hay que creer en la construcción de un poder popular. No debemos creer en los liderazgos individuales, sino que los procesos deben continuar. Es una base de conciencia colectiva, soberanía e independencia”, manifestó.

En medio de las intervenciones de los expositores se resaltó que eventos como el ELAP son una muestra de la integración que existe en el continente. Por ejemplo, Doris Soliz, secretaria ejecutiva de Alianza PAIS, recalcó que en 2015 se profundizó la unión latinoamericana.

Como ejemplo, citó los avances de Unasur y Celac, cuyos países miembros se han planteado objetivos comunes hasta 2020 y buscan enfrentar la desigualdad y la pobreza.

“Qué bueno que los objetivos de la izquierda se vuelvan objetivos del mundo entero”, manifestó Soliz.

Los temas pendientes

Para el argentino Jorge Drkos, de la alianza Frente para la Victoria, la integración regional ha dado pasos importantes luego de la llegada del presidente Hugo Chávez al poder en 1998 y del resto de gobiernos progresistas en Argentina, Ecuador, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia.

Sin embargo, hay otros temas pendientes, como la creación del Banco del Sur que ayudará a las naciones latinoamericanas a no depender de otros entes internacionales de crédito. Asimismo, cree que quedan otros asuntos por resolver, como los mecanismos de integración en lo político, social y cultural.

Rodrigo Cabezas, exministro de economía de Venezuela, también intervino en el encuentro internacional. Asegura que se deben fortalecer las redes de solidaridad y gobiernos de países de la región. “Debemos profundizar lo que nos une, como el anticolonialismo, antiimperialismo y el antineoliberalismo. Lo mismo con los espacios de reunión de las izquierdas, como el Foro de Sao Paulo y los espacios de encuentro de los partidos y movimientos sociales para coordinar acciones”.

Al igual que Drkos, el venezolano reconoció que hay temas por mejorar, como elevar un pensamiento estratégico con miras a la integración. Añade que hay progresos en lo político, pero admite que hay un “nulo avance” en lo económico (la nueva arquitectura financiera). “Aún no logra cuajar. Tenemos mercados estrechos, insuficiencia de capitales y tremendo atraso en materia científica”. Con estos problemas -dice-no hay cómo hacer socialismo.  

Los expositores coincidieron en que la construcción de una agenda propositiva y renovada de izquierda progresista es fundamental para fortalecer el trabajo que realizan Celac, Unasur, Alba y Mercosur. Además, alertar de forma permanente el peligro que supone una contraofensiva de la derecha o la restauración conservadora, que buscan frenar los logros en la región. (I)