Es muy importante que haya una reunión entre Europa y América Latina, ahora representada en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), sobre todo porque antes no era una entidad institucionalizada y ahora ya lo es.

Por otro lado, es igualmente positivo que haya encuentros al más alto nivel porque se puede hablar con absoluta franqueza sobre los problemas que toda relación internacional implica.

En este caso en particular es de enorme importancia para nuestro país, en la medida que quien ejerce la presidencia pro témpore de la Celac es Ecuador, representada por el presidente Correa y eso le permite al país tener un posicionamiento internacional importante, al cual se le debe sacar provecho.

De ahí lo que hay que ver es la voluntad política que existe, especialmente de los países europeos, ya que en América Latina todos tenemos intereses de diferente naturaleza con el Viejo Continente; habría que ver si hay una suerte de reciprocidad.

Celac es un bloque que recién está empezando y no tiene la consolidación que debe tener Unasur, que también es un proyecto creado hace pocos años. Lo que se trata es de reforzar la capacidad que como bloque tiene América Latina y el Caribe.

Por ello, puede tratar con China, India, UE, Estados Unidos, en fin; no afecta lo uno con lo otro.

Más bien para Europa es una oportunidad de tener una mayor aproximación hacia América Latina, que ya no es el continente de hace 35 años atrás, en que poco tenía que ofrecer al mundo. Ahora América Latina es una nación que se ha institucionalizado, con deficiencias es cierto, pero es una región democrática que inclusive ha sabido superar la crisis por la que atraviesa Europa.

A Europa le conviene fortalecer las relaciones porque es una región más madura.

Esta es una gran prueba para la Celac porque por primera vez puede dialogar ya con una institucionalización formada, para lograr un acercamiento importante. Es un enorme desafío, seguramente no se podrá negociar algo específico porque es muy pronto, pero sí acercarse.   

Es una región integrada por 28 países con una economía muy fuerte y sobre todo con un elevadísimo conocimiento tecnológico, que es la clave del desarrollo de América Latina. (O)