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El Telégrafo
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En el ámbito legislativo tuvo una destacada actuación, la cual es reconocida inclusive por asambleístas de oposición

Fausto Cayambe cimentó su labor legislativa en los derechos del trabajador

Fausto Cayambe Tipán, quiteño, doctor en Jurisprudencia. Realizó una maestría en Economía en Descentralización y Desarrollo local. Estaba casado y no tenía hijos.
Fausto Cayambe Tipán, quiteño, doctor en Jurisprudencia. Realizó una maestría en Economía en Descentralización y Desarrollo local. Estaba casado y no tenía hijos.
Foto: Miguel Jiménez / El Telégrafo
01 de noviembre de 2016 - 00:00 - Redacción Política

“Al Fausto pensaba verle 20 o 30 años más en política; pensaba verle como alcalde de Quito o Presidente”. Así lo afirma su compañero de escuela, de colegio, de Asamblea y además compadre, Wilson Chicaiza, al referirse a Fausto Cayambe, quien falleciera el pasado domingo.

Aunque no eran coidearios, Chicaiza era asambleísta de CREO y Cayambe de Alianza PAIS (AP), la amistad, el respeto y los ideales eran lo principal.  

Era una promesa política, según Fernando Patiño, también compañero de colegio de Fausto, “porque siempre estuvo dedicado a la actividad social. Mientras algunos de nosotros nos íbamos a bailar y disfrutar entre amigos, él trabajaba con gente pobre, organizando, ayudando, planificando”.

Y es que Fausto, nacido en Quito el 24 de junio de 1976, desde muy temprana edad se destacó en los estudios: fue uno de los mejores alumnos de la Escuela José Manuel Urbina Mayorga, en el barrio La Ferroviaria, al sur, donde estudiaban los hijos de las lavanderas, de la vendedora del mercado, de los comerciantes informales, del mecánico, del albañil, en otras palabras del “¡pueblo, pueblo!”.

En el Colegio Nacional Mejía, también de clase popular, su potencial político creció. Luego de destacarse como estudiante y por su trabajo social, en 1995, con ideales renovadores un grupo de estudiantes formó el Frente Revolucionario de Izquierda del Mejía (FRIMJ) y ganó las elecciones del Consejo Estudiantil: Fausto Cayambe fue electo como nuevo presidente.

Aquí se hizo una figura popular, todos lo conocían por su obra. Inclusive logró permiso de las autoridades para realizar una kermés, cuyas ganancias fueron donadas al plantel, recordó Chicaiza, quien señaló que para esa época a Cayambe ya lo apodaban ‘el trompo’, porque en una de las fiestas estudiantiles mostró su debilidad para el baile y dos de sus compañeros “el Jorge y el Édison, por burlarse, le dijeron que bailaba como un trompo, cuando en realidad no era bueno para el baile”.

Los dotes políticos aumentaron en la Universidad Central del Ecuador (UCE) cuando entró a estudiar a la Facultad de Jurisprudencia. “Nunca dejó de ser humilde, sencillo, colaborador, pero sobre todo trabajador”, dijo Mario Pilco, quien luego de ser su compañero de banca en el Mejía, lo acompañó en la Universidad.

Recordó que Fausto seguía viviendo en la Ferroviaria y que no se vinculó mayormente en la política universitaria porque estaba dedicado a la organización y ayuda social, con organizaciones, clubes, agrupaciones, etc. “Creo que para eso nació, para ayudar a la gente”.

Su vida política partidista

Cuando terminaba sus estudios como doctor en leyes, se vinculó a la Izquierda Democrática (ID). “Siempre estaba trabajando; reuniones, asambleas, pegando afiches, haciendo banderas. Luego de las campañas nos reuníamos para evaluar lo hecho y compartíamos como familia”, dice Carolina, una compañera que prefiere omitir su apellido.

Entre 2002 y 2003, Cayambe ingresó al Consejo Provincial de Pichincha y abordó temas de desarrollo comunitario. Luego fue asesor del actual prefecto, Gustavo Baroja, con quien abandonó las filas de la ID y se vinculó a AP, en donde fue postulado como asambleísta por Pichincha y llegó en 2013.

Como legislador, se volvió a encontrar con Wilson Chicaiza, aunque en bancadas diferentes. “Una anécdota que le puedo contar es que cuando acudimos al Consejo Nacional Electoral a recibir las credenciales de asambleístas, Fausto estaba con sus compañeros y barras de PAIS, pero me vio, salió de ahí y vino donde estábamos los de CREO. Esto causó sorpresa y hasta chiste entre los presentes, pero se trataba de mi amistad con mi gran compañero, compadre y hermano”, destacó con la voz entrecortada, mientras dejaba escapar una lágrima.

La gestión en la Asamblea

Como legislador, Cayambe era un puntal de Alianza PAIS, miembro de la Comisión de  Derechos de los Trabajadores e integrante del Consejo de Administración Legislativa (CAL), y uno de los nombres considerados por el oficialismo para la reelección en los comicios de febrero de 2017.  

El parlamentario impulsó las reformas a las leyes que rigen el sector público, que se encuentran listas para primer debate. Se destacó también por sus actuaciones y aportes.

Según un reporte del Observatorio Legislativo, de 457 votaciones registradas en la Asamblea, Cayambe participó en 350, su suplente 80 y no estuvo presente en 27. El año pasado tuvo una gran participación en el trámite y aprobación del proyecto de ley de reformas al IESS, a través del cual se eliminó el 40% de aporte estatal; este año fue un puntal en la aprobación del proyecto de Ley de Fortalecimiento a los Regímenes Especiales de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas y de la Policía.

Como legislador y como miembro del CAL, en estos últimos meses estuvo dedicado de lleno al caso ‘Papeles de Panamá’, inclusive intervino en la audiencia realizada en la Corte Constitucional el lunes 24 de octubre, cuando el presidente de la República, Rafael Correa, acudió para sustentar el pedido de consulta popular en contra de los candidatos a elección popular para que no tengan cuentas en paraísos fiscales.

En la audiencia expuso su apoyo y reveló que 280 ecuatorianos tienen más de $ 30.000 millones en paraísos fiscales.

Según uno de sus asesores, estos días el legislador, como miembro de la Comisión de los Derechos de los Trabajadores, estaba revisando el proyecto de reformas al Código del Trabajo y a la Ley de Servicio Público, referente a los feriados y los días de descanso obligatorio, y había ofrecido realizar una auditoría política con el fin de conocer cómo las funciones del Estado están aplicando las más de 180 leyes aprobadas por la Asamblea. (I)

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