El fraile dominico Frei Betto señaló que los gobiernos progresistas debieron crear antídotos a la ofensiva de la derecha. A su criterio, debieron garantizar la gobernabilidad a través de las organizaciones y no por las coaliciones que terminaron siendo partidos enemigos.

Betto señala que el imperialismo "no duerme y avanza". Puso como ejemplo los golpes de Estado de Brasil, Honduras y Panamá, y "metió la pata en Argentina y en todas las elecciones que vengan. Tenemos que convocar a esos movimientos sociales, subrayar las conquistas en estos años y seguir avanzando en eso".

Reiteró en la necesidad de la vinculación entre los gobiernos progresistas y las organizaciones sociales.

Habló de la Encíclica Socioambiental del papa Francisco. Advirtió que en ese documento logró la integración del ser humano con la naturaleza, además de la superación de las desigualdades.

Agregó que para salir de la pobreza no se debe tener la mentalidad de clase media consumista y esa advirtió como una falla. "Faltó alfabetización política. No hubo suficiente trabajo de los gobiernos. En Brasil se creó una sociedad de consumistas y no de protagonistas sociales y, por ello, esa clase social no impidió que Dilma salga del poder".

Sin embargo, afirmó que muchos gobiernos han cambiado un proyecto de país por uno de poder, en donde las líneas del programa de gobierno no se tomaron en cuenta.

Señaló que en el gobierno de Lula y Dilma no se hicieron reformas estructurales en la línea tributaria, agraria y política.

Advirtió que en ese país, "la derecha trata de criminalizar a Lula para que no sea presidente de Brasil".

Betto opina que de los cinco continentes, América Latina es el continente más explotado. Recordó que se mataron a 70 millones de indígenas en el primer ciclo de la colonización. Por ello, sostuvo que es el continente de explotación de materias primas "que ahora tiene un modo elegante y le dicen comodities".

Dijo que es imposible humanizar el capitalismo porque está en "contra de los derechos humanos. La propia palabra significa que el capital está por encima de los derechos humanos".

Instó a crear alternativas civilizatorias, socialistas, "para poner abajo el sistema que el propio papa Francisco ha dicho que es injusto, solo a favor del dinero y promueve la degradación ambiental". (I)